Hoy se celebra el Día Internacional del Beso. Cada año se festeja el 13 de abril, una fecha establecida para recordar el beso más largo de la historia, el cual duró 58 horas, 35 minutos y 58 segundos; fue logrado por la pareja tailandesa Ekkachai y Laksana Tiranarat de Bangkok, quienes alcanzaron con esto el récord Guinness mundial.

La pareja tuvo que aguantar saltarse comidas, no ducharse, ir al baño juntos y sentir calambres en el rostro; todo para romper el récord que ellos mismos habían impuesto dos años antes en el concurso que premia al beso continuo de mayor duración histórica.

Alrededor del mundo se ha tomado la iniciativa para realizar en este día diversos tipos de concursos en los que los participantes deben establecer registros de besos de todo tipo como el francés, el esquimal, el pico, el beso volado, entre otros.

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Los besos son una demostración de afecto que se realiza con los labios y en ciertos casos incluye el uso de la lengua y los dientes. Por algo se han hecho tan populares los besos más icónicos del mundo, porque las personas quieren replicar esa pasión, esas habilidades para luego aplicarlas en su diario vivir.

Besos más icónicos de la historia

Beso de Times Square

También conocido como el beso entre el marinero y la enfermera; este famoso beso cuya fotografía lo cataloga como un beso histórico se dio en el marco se la Segunda Guerra Mundial, cuando el hombre tomó a Greta Friedman de la cintura y le plantó un beso en pleno Times Square en Nueva York.

No se conocían, el marinero estaba festejando el fin de la guerra y decidió celebrarlo así, tomándola por sorpresa. Esto sucedió el 14 de agosto de 1945 a las 17:51, una hora antes de la rendición oficial de Japón.

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Lo que hace al beso artístico fue que justo captaron esta celebración en cámara. El fotógrafo fue Alfred Eisenstaedt y este se convirtió en uno de sus mejores trabajos.

Beso de Yoko Ono y John Lennon

Un beso en la mejilla causó furor en el año 1981. Los protagonistas fueron John Lennon y su esposa, Yoko Ono, quienes posaron para la portada de la revista Rolling Stones. El beso fue tomado en 1980, el mismo día en que asesinaron al líder de la banda de rock The Beatles.

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Un año después, la revista publicó la portada como señal de respeto hacia el fallecido, la cual causó sensación al ser la última foto de la pareja. En esta imagen, tomada en su departamento, sale Yoko vestida y él al desnudo. Su fotógrafa, Annie Leibovitz, quiso que ambos se muestren sin ropa, pero la artista no cedió, volviéndose el retrato de Lennon aún más vulnerable.

Beso de Marlene Dietrich con un soldado

También en el contexto de la Segunda Guerra Mundial, la famosa actriz de los años 40 Marlene Dietrich les pidió ayuda a unos militares para que la eleven y poder darle la bienvenida a uno de los soldados que arribaban en un buque. Este beso también fue entre desconocidos.

La foto fue tomada por Irvin Haberman en 1945 a la llegada de los soldados a Nueva York.

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¿Cómo saber si eres buen besador?

Para ser buen besador, según el sexólogo argentino Ezequiel López Peralta para La Universal, hay que tomar en cuenta la experiencia y la técnica. Si evita estos dos tipos de besos, ya tiene puntos a su favor: el beso San Bernardo, que consiste en salivar o babosear en exceso, y el beso del terrorista, “que son las personas casi violentas al besar. Son agresivas, te muerden, te estrujan, te aprietan, te lastiman, o sea, se dejan llevar por su impulso hormonal, nada más les importa, eso es mata pasión”.

Las técnicas que se implementan determinan si alguien es buen besador. Succionar, morder, chupar, lamer, acariciar y soplar son parte del beso, indica López. “Uno debe ser consciente de las opciones que hay, de que existe la posibilidad de combinarlas, de manera creativa, porque el beso es un poco el uso o la combinación creativa de esos recursos básicos”, le explico al periódico venezolano.

Dependiendo de la situación, hay distintos besos a aplicar. Por ejemplo, el de contacto, “en el que se usa la punta de la lengua para rozar los labios, es un beso suave”. A este le sigue el beso próximo, que es la succión de los labios de tu pareja, mezclando ritmos; tiene un nivel mayor de intensidad y se pueden aplicar pequeños mordiscos sobre los labios. El beso de combate hay que emplearlo cuando la otra persona muestra interés en jugar con la lengua. Indica el argentino que “las lenguas van girando, van danzando, generando diferentes sensaciones, este es un beso mucho más profundo”.

Para ser buen besador se debe cumplir con buen aliento, buen control de los impulsos y dientes limpios. La sexóloga Lorraine McGinlay le confesó a The Guardian que abrir los ojos también hace que uno sea buen besador porque permite que la persona viva el momento. (E)