Cuando uno de los dos siente que es momento de terminar la relación, pero no ve sentido en herir al otro, puede buscar maneras de hacerlo con bondad y con gracia. Esto se lee sencillo, pero en la práctica ¿quién lo ha logrado?

Consultamos tres especialistas en psicología y relaciones de familia y pareja y les preguntamos cómo hacer el temido anuncio de una manera que respete la dignidad del otro.

Publicidad

Hay cosas básicas, como no usar palabras hirientes, no elegir un día ocupado o de crisis aguda ni esperar a tener público para humillarlo delante de todos, aunque sean desconocidos.

Despedirse personalmente y no a través de medios electrónicos, es una de las principales recomendaciones. Foto: Shutterstock

La doctora Linda Coronel de Arias, psicóloga clínica, reconoce que terminar una relación amorosa está asociado con dolor, problemas y discusiones. “Más aún si uno de los dos no está de acuerdo con la decisión”. Las preguntas clave son: ¿cómo empezar el tema? ¿Qué actitud tomar? ¿Qué orden de cosas llevar? ¿En qué lugar será el más apropiado donde nos brinde discreción, confianza y seguridad?

“Lo fundamental, dentro de lo que se converse, es evitar generar más dolor, malestar, resentimientos y fricciones. Pero antes que todo, deberíamos haber reflexionado y saber si realmente se terminó el amor, para luego no estar con arrepentimientos”, es la primera advertencia de la psicóloga, y a continuación complementa:

  1. Use la honestidad para manejar el caso. No es necesario hablar de otra persona (en caso de que existiera).
  2. Háblalo en el momento más adecuado en que los dos estén muy tranquilos y dispuestos a tocar el tema.
  3. Hágalo personalmente, no por medio de mensajes, audios o llamadas telefónicas.
  4. Piense siempre en los sentimientos de la otra persona y actúe como le gustaría que hagan con usted.

Para los que no se atreven a dar el primer paso

Para el psicólogo clínico Óscar Nieto Barquet es posible terminar una relación de forma pacífica e incluso amorosa. Sí, como lo lee. Pero para esto, es esencial no manejarnos desde el resentimiento o la rabia.

Publicidad

“Es imposible que (la relación) sea como hubiéramos querido, porque somos dos mundos. Si logramos mirar sin resentimiento y no depositamos en el otro la culpa, vamos a tener la posibilidad de soltar más suavemente, incluso en los peores actos de la vida de pareja”.

Quien se va debe asegurarse de que, de haber hijos, estos no sientan también la ausencia. Foto: Shutterstock

¿Cómo comunicar que queremos terminar una relación de manera que no provoque un estallido? “Respetándonos, reconociendo que no funcionó, y que eso no hace de la otra persona un monstruo”.

Aquí algunos motivos por los que las personas no se atreven a decir ‘Me voy’”:

  • Por los hijos. Quedarse por los hijos, según el psicólogo, es un “gravísimo error” que causa más daño que la separación. “Los hijos anhelan ver a los padres en una relación de paz y de amor, y eso es posible incluso separados”.
  • Por el exacerbado dramatismo con el que nuestra cultura toma la separación. “Es una tragedia. No podemos asumir que hay responsabilidades compartidas que nos llevaron a la separación. Tenemos que trabajar en pasar del pensamiento trágico”. Esto no niega el dolor de la separación. Sigue siendo una pérdida, un duelo que tenemos que superar. “Pero no caer en el drama”.
  • Por la culpa. “A veces no decimos nuestra necesidad de separarnos porque no queremos sentirnos culpables. Los hombres, por lo general, esperamos a que la mujer se harte. Así le echamos la culpa a ella, ‘Tú lo decidiste’.
  • La creencia de que el matrimonio debe ser sostenido a costa de lo que sea. “Estas nos obligan a permanecer en un lugar donde ya no queremos. Nuestro cuerpo se enferma, nuestras emociones son conflictivas, nos volvemos insoportables para el otro, nos deprimimos, nos ponemos agresivos. “Ahí no hay amor. Hay que llegar a la comunicación. ‘Siento que nuestro amor se ha deteriorado. Lo más sano sería que tomemos un camino diferente y mantengamos nuestro mutuo respeto’”.
  • Pena por la pareja. “‘Cómo voy a hacerle esto a mi mujer, pobrecita’. Es una falta a su dignidad. Hay que comunicar con honestidad. Lo mejor es comprometernos en el día a día, y cuando llegue ese momento, si es que llega –porque hay parejas felices durante 20, 30, 40, 50 años– decir: ‘Lo siento, no resultó, ya no hay amor, hay indiferencia, hay maltrato, no podemos tolerar esto”.

“El amor no es para siempre”, dice Nieto. “Es para cada día. Se recrea en el ejercicio diario. Pero cuando no pudimos, lo mejor es un final anticipado. Si la constante es el problema, el conflicto y la queja, ¿qué hacemos juntos?”.

El psicólogo añade algo. Que la separación de la pareja no puede ser pretexto para borrarse de la vida de los hijos. “Nuestra sociedad es violenta, acelerada, abusiva, porque los hombres están ausentes o han sido despreciados permanentemente por lo que hicieron”.

Quien propone la ruptura debe estar seguro de lo que quiere, para no caer en arrepentimiento después. Foto: Shutterstock

Parte de una ruptura pacífica, cree Nieto, es dejar de llamar a la anterior pareja ‘el ex o la ex’. “Esa persona siempre va a estar incluida, en especial si me dio hijos. Al contarla como mi primera o segunda pareja, viene la libertad de poder amar nuevamente y ser amados”.

No solo en el romance: cerrar bien en todas las áreas de la vida

A lo largo de la vida iremos entablando relaciones en los distintos contextos en los que nos desempeñamos, y algunas de esas personas van a ir “quedando en el camino”. Es parte de avanzar y cambiar, explica la psicóloga clínica Mónica Llanos Encalada. Pero otras permanecen en nuestras vidas por largos perIodos o de manera indefinida.

“Cuando compartimos tiempos prolongados en un lugar, sea trabajo o estudios, nuestra naturaleza humana nos lleva a despojarnos de esa imagen construida de querer dar una buena impresión. Nos mostramos tal como somos, y así transformamos ese lugar para que sea cómodo, conocido y predecible”.

Algo similar, añade Llanos, ocurre en nuestro círculo más íntimo, sean padres, hermanos o pareja. El vínculo puede hacerse fuerte o puede no permanecer, sea por decisión de ambas partes, unilateral o porque hay situaciones que afectan dicha relación al punto de hacer daño.

“Es importante que tengamos claro que no todas las relaciones tienen que permanecer por siempre, que hay momentos en los cuales es sano el distanciamiento e incluso la ruptura, la cual en muchas ocasiones es necesaria, pero tampoco debe ser premeditada”, reflexiona la psicóloga.

Usted puede dar, aportar y hacer todo lo que esté en sus manos para que una relación avance y se fortalezca, “pero también debemos tener claro que la relación con otros debe ser de doble vía, para ello recomiendo las siguientes pautas”:

  • No deje para mañana lo que puede decir hoy. Los malos entendidos, las dudas y el resentimiento deben ser expresados.
  • Aprenda a comunicar, a resolver las cosas en el tiempo en que se presentan y con la madurez necesaria para conversar y resolverlo como personas adultas.
  • Aprenda a perdonar y perdonarse. “Cometemos errores a diario, es importante aprender a reconocerlos, admitirlos y pedir perdón, pero también estar dispuestos a perdonar al otro”.
  • Comparta tiempo con la persona a la que valora, pues las vivencias enriquecen las relaciones.
  • Comunique y también muestre disposición para escuchar lo que el otro tiene que decir, sentirse escuchado es sentirse amado.
  • Muestre detalles y agradezca las buenas acciones de la otra persona, no dé por sentado que así debe ser.
  • Si se siente manipulado, agredido o engañado, es una alerta amarilla, y es hora de considerar que la relación acabe.
  • No espere un deterioro nocivo en la relación para que esta cese; es más sabio terminarla a tiempo por voluntad propia que por obligatoriedad de los sucesos.
  • En algunos casos un distanciamiento es muy saludable para reflexionar y tomar medidas de restitución en las relaciones.
  • Si no se siente preparado para romper una relación, busque ayuda profesional o de terceros que hagan el papel de mediadores.

Del otro lado de la cancha: recibir con dignidad la noticia

¿Y es uno el que está viendo todas las señales de que pronto le anunciarán el fin de la relación? “Le sugiero lo siguiente”, dice Coronel. “Recuerde las vivencias pasadas, y analice el distanciamiento, la desconexión, el quemeimportismo, la falta de interés, de prioridad que ha se ha producido entre ustedes últimamente. Así podrá llegar a la aceptación de lo que está pasando y dejarlo ir”.

Si el dolor es muy grande, busque ayuda profesional, no se enfrasque en el sufrimiento, antes bien busque apoyo en su familia y amigos, asista a diferentes actividades, haga uso de su autocontrol y evite exponerse innecesariamente. “Si bien termina un ciclo en el área del amor, también es cierto que se le abren muchas oportunidades de encontrar el verdadero amor y ser muy feliz”. (F)