El 19 de octubre se celebra el Día Mundial contra el Cáncer de Mama. Cada año se realizan actividades, talleres o campañas para la prevención de esta enfermedad, pero muchas veces estos no llegan a todo el sector femenino, como el caso de las no videntes.

Según datos del Observatorio Global de Cáncer, más del 29 % de las mujeres que fueron diagnosticadas con cáncer de mama fallecieron en 2020, en Ecuador. Además, en ese año, 3.563 mujeres fueron diagnosticadas con la enfermedad.

La Dra. María Fernanda Polanco, especialista en ginecología y patología mamaria, explica que la mujer debe aprender a conocer su cuerpo con un examen casero, a partir de los 20 años. “Practicarlo una vez al mes puede ayudar a detectar irregularidades. Encontrarlas a tiempo hace una gran diferencia en el tratamiento para salvar su vida”, enfatiza.

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Este es el escáner portátil que se puede colocar en el sostén para detectar el cáncer de mama

Justamente para fomentar esta práctica preventiva y difundir la importancia de la autoexploración, De Prati lanzó al mercado Bragnostic, un bralette enfocado inicialmente a mujeres no videntes, pues las costuras recrean los movimientos básicos para la detección temprana de posibles anomalías mamarias. Su valor es de $19,99 y está a la venta en sus tiendas física y online. Sin embargo, todas las féminas pueden usar esta prenda para aprender a realizarse este tipo de examen de manera habitual.

La moda también puede ser funcional. La idea de Bragnostic es que, más que una prenda de ropa, sea una herramienta de autocuidado y prevención que pueda salvar vidas

María José Prieto, diseñadora de moda de De Prati

El estudio y la técnica de confección se fusionaron en este proyecto que cuenta con el aval de Centrales Médicas Veris y tiene un eje claro: detectar anomalías en la etapa más temprana, siguiendo las costuras verticales, espirales y diagonales del bralette . El diseño fue cuidadosamente pensado para que el trazo sirva como guía táctil, según los creadores.

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Cáncer de mama y de piel, los que más fueron detectados el año pasado en Solca-Manabí

“Las personas no videntes hemos desarrollado el sentido del tacto y a través de él somos capaces de imaginar formas y reconocer movimientos, desde el primer uso es un recordatorio para salvarte la vida”, asegura Cristina Santacruz, mujer no vidente. Con ella coincide Diana Banchón, de la Asociación de Personas con Discapacidad Visual, porque esta creación es muy útil para ella y sus compañeras. (I)