Hay diferentes tipos de niños superdotados. Algunos pueden resolver problemas matemáticos en una fracción de segundos en comparación de sus compañeros, mientras otros pueden memorizar fácilmente grandes cantidades de información, aunque, también pueden distraerse fácilmente. ¿Por qué sucede esto?

Las posibles respuestas de esta pregunta radican en la construcción y el funcionamiento del cerebro de los superdotados. Los cerebros de los niños superdotados funcionan de manera diferente a los de otros niños. El campo de la neurociencia estudia qué ocurre en su cerebro.

Estudios recientes en el campo han abierto las puertas para comprender cómo los niños superdotados pueden ser diferentes de la población general, y cómo estas diferencias pueden conducir a caminos exitosas en diferentes ámbitos de la vida.

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Las diferencias cerebrales también pueden explicar las dificultades que tienen los niños superdotados con los problemas sensoriales, emocionales y sociales y pueden decirnos por qué los niños superdotados se comportan de manera diferente.

Especializaciones en regiones del cerebro

El cerebro tiene materia gris que se utiliza con diferentes fines. Los niños superdotados parecen tener un mayor volumen de materia gris en algunas regiones del cerebro que les ayuda a calcular la información mejor que sus compañeros.

La materia gris comprende la corteza frontal y ciertas estructuras que afectan el pensamiento:

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  • Los lóbulos frontales manejan análisis complejos y toma de decisiones.
  • Los lóbulos temporales interpretan el lenguaje y procesan las señales auditivas.
  • Los lóbulos parietales abordan el gusto, la sensación del tacto y la temperatura.
  • Los lóbulos occipitales manejan información visual.

Los estudiantes superdotados que tienen mayores volúmenes de materia gris en estas regiones especializadas del cerebro pueden estar mejor equipados para manejar grandes volúmenes de información y tomar decisiones más rápidas.

En realidad, hay 28 regiones diferentes del cerebro que afectan la forma en que pensamos y actuamos. Estas regiones explican nuestra capacidad para concentrarnos, analizar, decidir, actuar y reaccionar a los estímulos sensoriales externos.

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A veces llamamos a una persona superdotada “inteligente” o como alguien con un “gran cerebro”. Decimos que son intelectuales y “de cerebro izquierdo” o creativos y “de cerebro derecho”. En realidad, ambas mitades del cerebro trabajan juntas como parte de una compleja autopista de conexiones neuronales.

“La carretera de las neuronas”

Las conexiones neuronales tendrían más importancia que la cantidad de neuronas, según un estudio. Foto: Unsplash

Mientras que la materia gris contiene la información, la materia blanca la mueve a través de un conjunto de conexiones neuronales. Los niños superdotados parecen tener conexiones más fluidas y sus caminos específicos o “carreteras” en el cerebro pueden manejar un mayor volumen de tráfico. Tienen una mejor eficiencia neuronal.

Cuanto más utilizan determinadas carreteras, más fluidas se vuelven y más rápido pueden analizar información similar y tomar decisiones.

De hecho, un estudio publicado en la revista científica Nature analizó la estructura del sistema nervioso en detalle, y determinó que en los cerebros de los más inteligentes no habría más neuronas sino una conexión más eficiente entre las neuronas.

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Los investigadores observaron que los que tenían mejores puntuaciones en los ejercicios eran aquellos que tenían menos ramificaciones entre las neuronas. Es decir, que la manera más rápida para resolver los problemas se debía a que se conseguía el camino más corto pero más eficaz. (I)