Consumir marihuana está relacionado con mayor riesgo de enfermedad cardiovascular

El consumo de marihuana está relacionado con un mayor riesgo de sufrir enfermedades cardiovasculares, así como ataques cardíacos y derrames cerebrales, según la Asociación Americana del Corazón.

La organización, conocida como AHA por sus siglas en inglés, advierte esto en dos declaraciones científicas publicadas en 2020 y en 2022. En la primera, Marihuana para uso médico, cannabis recreativo y salud cardiovascular, señala que, si bien la marihuana o cannabis puede ser útil para tratar algunas otras afecciones médicas, no parece tener beneficios bien documentados para la prevención o el tratamiento de enfermedades cardiovasculares (ECV).

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De hecho, las sustancias químicas del cannabis se han relacionado con un mayor riesgo de padecer ataques cardíacos, insuficiencia cardíaca y fibrilación auricular en estudios de observación.

Los usuarios de marihuana también pueden tener un mayor riesgo de sufrir un derrame cerebral causado por coágulos, según la declaración científica de 2022, Uso de marihuana: Efecto sobre la salud del cerebro. Los estudios citados en la declaración determinaron que las personas que consumían marihuana tenían más derrames cerebrales (entre un 17 % y un 24 % más) en comparación con quienes no la consumían.

Existe información limitada sobre los peligros de la exposición pasiva al humo del cannabis. Según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de EE. UU., el THC puede transmitirse a bebés y niños a través del humo de segunda mano.

“Hay mucha confusión sobre los beneficios y los peligros de consumir marihuana, y gran parte de eso depende de los ingredientes y la forma en que se usa el producto”, declaró Robert L. Page II, doctor en farmacología y miembro de la AHA.

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“Los químicos más comunes que se pueden encontrar en el cannabis incluyen el THC, o ácido tetrahidrocannabinólico, el componente psicoactivo de la planta que induce un ‘subidón’, y el CBD, o cannabidiol, que se puede comprar sin receta. Estas sustancias químicas pueden tener efectos opuestos, ya que algunos estudios sugieren que el CBD podría reducir la frecuencia cardíaca y la presión arterial, mientras que otros encontraron que el THC podría aumentarlas. Muchos productos derivados de la marihuana se están volviendo cada vez más potentes con niveles más altos de THC, lo cual es muy preocupante”.

Fumar e inhalar marihuana, independientemente del contenido de THC, se ha asociado con disfunciones del músculo cardiaco, dolor de pecho, ataques cardíacos, alteraciones del ritmo cardíaco, muerte por paro cardiaco súbito y otras enfermedades cardiovasculares graves.

Según la AHA, en los estados de EE. UU. donde se ha legalizado el cannabis, se ha observado un aumento en la cantidad de hospitalizaciones y las visitas a los departamentos de emergencia por ataques cardíacos.

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“La forma en que se consume el cannabis puede marcar una diferencia en la forma en que este afecta al corazón y los vasos sanguíneos. Muchas personas no se dan cuenta de que el humo del cannabis contiene componentes similares al humo del tabaco”, explicó Page, quien es profesor en el Departamento de Farmacia Clínica y en el Departamento de Medicina/Rehabilitación Física de la Escuela Skaggs de Farmacia y Ciencias Farmacéuticas, de la Universidad de Colorado.

“Se ha demostrado que fumar e inhalar cannabis, independientemente del contenido de THC, aumenta las concentraciones de monóxido de carbono tóxico y alquitrán en la sangre de manera similar a los efectos de inhalar el humo de un cigarrillo de tabaco.

Además, existe información limitada sobre los peligros de la exposición pasiva al humo del cannabis. Según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de EE. UU., el THC puede transmitirse a bebés y niños a través del humo de segunda mano, y las personas expuestas al humo de marihuana de segunda mano pueden experimentar efectos psicoactivos”.

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Las personas que informaron consumir marihuana a diario tenían un 34 % más de probabilidades de ser diagnosticadas con enfermedad coronaria, en comparación con aquellas que no informaron antecedentes de consumo de cannabis.

¿Qué hay entonces de todas las anécdotas y casos de personas que usan la marihuana para alivio de alguna enfermedad? Page recomienda que las personas que eligen consumir marihuana con fines medicinales o recreativos hagan lo siguiente:

• Usar solo productos de cannabis legales, porque no hay controles de calidad o del contenido de los productos de cannabis que se venden en la calle.
• Tener en cuenta que la dosis de cannabis de administración vía oral o tópica se puede cuantificar, por lo que esto posiblemente puede reducir algunos de los daños potenciales con dosis altas involuntarias.
• Ser sinceros con el personal médico sobre el consumo de marihuana en relación con su salud en general, aun cuando pueda resultar un tema delicado, ya que ayudará a comprender mejor de qué manera podría interferir con los medicamentos recetados o desencadenar afecciones o eventos cardiovasculares, como ataques cardíacos y derrames cerebrales.

“Las actitudes hacia el uso recreativo y medicinal de la marihuana están cambiando rápidamente, y más estados continúan avanzando hacia su legalización”, afirmó Page. “Sin embargo, todavía hay mucho por conocer, e insto a cualquier persona que en la actualidad consuma cannabis o esté considerando consumirla a que actúe con extrema precaución”.

En Ecuador se legalizó en 2020 la siembra, cultivo, producción, industrialización, comercialización y exportación del cannabis no psicoactivo o llamado cáñamo industrial, cuya molécula de Tetrahidrocannabinol (THC) sea menor al 1 %. (I)