Los riñones tienen una apariencia muy similar a la de dos frijoles, cada uno tiene el tamaño de un puño y se encuentran debajo de las costillas (caja torácica) y al lado de la columna vertebral.
Según el Instituto Nacional de Diabetes y Enfermedades Digestivas y Renales, estos órganos se encargan de filtrar aproximadamente media taza de sangre por minuto, de modo que elimina desechos y el exceso de agua para producir la orina. De allí su importancia, pues eliminan los desechos y el exceso líquido en el cuerpo.
También suprimen el ácido generado por las células del organismo, de modo que mantienen un equilibro saludable entre agua, sales y minerales en la sangre. De romperse con esta armonía, existe la gran probabilidad de que dejen de funcionar óptimamente los nervios, los músculos así como otros tejidos.
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¿El ajo crudo es bueno para cuidar los riñones?
Sí, y esto se debe a que entre los principios activos del ajo está la alicina, que tiene efectos protectores contra el daño renal crónico, por lo que puede servir de complemento para tratar la enfermedad, señalan las investigaciones del Instituto Politécnico Nacional (IPN) de México.
Científicos de la Escuela Superior de Medicina (ESM) perteneciente a IPN probaron la alicina en un modelo de insuficiencia renal crónica sometiendo a ratas a una nefrectomía 5/6 (cirugía en la que se extrae una parte del riñón o el riñón completo) y luego le administraron el tratamiento oral con esta sustancia a través de una sonda esofagogástrica cada 24 horas durante 6 semanas.
Fideos cabello de ángel con aceite de oliva y ajo
El resultado fue que la alicina funciona como antioxidante y por ende disminuye la lesión de proteínas y lípidos del rillón. También se encontró que incrementa el nivel de óxido nítrico que es necesario para mantener la estabilidad vascular y cardíaca.
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¿Cuándo y como se debe comer el ajo para cuidar los riñones?
El portal El Día detalla que la alicina del ajo se produce cuando el bulbo es triturado o macerado, sin embargo; la mejor manera de consumir esta hortaliza es masticarlo o picarlo crudo, debido a que este compuesto es volátil a la temperatura.
Vale la pena destacar que para que no se degrade el nivel de alicina, el ajo debe ser cortado con cuchillos de plástico o de madera, pues el contacto con el metal hace que haya una reacción química.
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Los investigadores creen que hay evidencia tangible para recomendar que los pacientes con esta patología clínica o que tienen riesgo de padecerla, coman 4 dientes de ajo cada 8 horas (12 bulbos al día).
(I)
