Según UNICEF la desnutrición crónica infantil afecta actualmente al 20,1% de los niños menores de 2 años en Ecuador (Encuesta Nacional sobre Desnutrición Infantil, 2023). Esta problemática de salud pública tiene un efecto individual ya que incrementa la probabilidad de que un niño o niña presente rezagos el resto de su vida, no solo físicos (estatura), sino también en el desarrollo cognitivo, social, emocional y productivo de su vida adulta. Asimismo, a nivel colectivo, esto incide en el desarrollo económico y social del país.

Lejos de lo que muchos piensan, la DCI no solamente tiene que ver con un tema alimenticio, sino que contempla otros aspectos como los cuidados prenatales, prestaciones integrales durante el parto y postparto, control y atención integral del niño/a en sus primeros años de vida, el acceso a agua limpia y saneamiento, acceso a alimentación complementaria, hábitos de higiene, estimulación temprana, etc.

En el Ecuador este tema ha sido impulsado tanto desde el sector público, como por el sector privado, la academia y la sociedad civil. La creación de la Secretaría Técnica Ecuador Crece Sin Desnutrición Infantil, la Red para la Nutrición Infantil REDNI, el Consejo Consultivo DCI, el Foro de los primeros 1000 días junto a otros espacios de diálogo y acción social, han conseguido que la problemática de la DCI se sitúe entre los temas de mayor atención en el Ecuador.

Para alcanzar este compromiso, se elaboró el Plan Estratégico Intersectorial para la Prevención y Reducción de la Desnutrición Crónica Infantil, cuyo objetivo es establecer, de manera articulada, una hoja de ruta para la ejecución de la política pública en torno a la atención de la DCI.