El envejecimiento es una de las causas por las que las personas mayores de 60 años pueden sufrir de rigidez y poca flexibilidad en los vasos sanguíneos, lo que a su vez aumenta la probabilidad de desarrollar hipertensión arterial, una condición caracterizada por el aumento de la fuerza que ejerce la sangre al circular por las arterias y venas.

Umberto Campia, cardiólogo del Brigham and Women’s Hospital, señaló a la Harvard Health Publishing que, en su momento, se llegó a pensar que “la hipertensión era esencial para que llegara suficiente sangre al cerebro” en los pacientes de la tercera edad.

Sin embargo, esto fue desestimado después, cuando los niveles de tensión sistólica de 150 milímetros de mercurio (mmHg) comenzaron a ser asociados con un alto índice de accidentes cardio y cerebrovasculares en la población mayor.

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Nivel óptimo de presión arterial después de los 60 años

La presión arterial debe controlarse regularmente. Foto: Freepik

Según un estudio publicado en la revista The New England Journal of Medicine y respaldado por la Universidad de Harvard, se recomienda que las personas mayores de 60 años mantengan una presión arterial por debajo de los 130/80 mmHg e incluso cifras inferiores a 127/80 mmHg.

Aunque esta reducción intensiva puede ocasionar efectos secundarios como mareos y caídas, es eficiente para prevenir problemas cardiovasculares graves, como ictus, infarto de miocardio, insuficiencia cardíaca y fibrilación auricular.

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Hay que destacar que, según Campia, estos niveles de tensión arterial pueden obtenerse de forma más sencilla con la combinación de diferentes medicamentos dirigidos a las distintas causas de la hipertensión, además de que esto tiene menos efectos secundarios que maximizar la dosis de un solo medicamento.

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Por supuesto, adoptar hábitos saludables como una dieta equilibrada y baja en sodio, además de la práctica regular de ejercicio, también ayuda a mantener la tensión por debajo de los 130/80 mmHg.

(I)

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