“Nunca me salto el desayuno”, expresa un endocrino con lo que, no solo ante sus pacientes, sino ante los usuarios de las redes sociales deja bien clara la importancia que tiene la primera comida del día. Ahora bien, los que ayunan deben preocuparse porque ¿son más candidatos a aumentar de peso?
No desayunar y subir de peso
Una de las consecuencias de no comer en la mañana que inciden en el aumento del peso corporal es la sensación de ansiedad, señala Mejor con Salud.
Indica que “aunque al principio parece que se ‘ahorran calorías’ al no consumirlo, más tarde conlleva a caer en excesos tras provocar un deseo insaciable de comer”.
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No es mito aquello de “si omito una comida, puedo bajar de peso”. La verdad es que si omite una comida, “puede terminar sintiendo más hambre”.
Los estudios muestran una relación entre no desayunar y la obesidad, puntualiza el Instituto Nacional de Diabetes y Enfermedades Digestivas y Renales de los Estados Unidos (NIDDK).
Esa dependencia lanza una expresión que pone a pensar: “Las personas que no desayunan suelen pesar más que las que comen un desayuno saludable”.
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Dejar desayunar no es solo un tema para los adultos. Los jóvenes también coquetean con esa práctica para bajar de peso.
El coautor de un estudio, Mark Pereira, citado en Levante dice: “Existe una relación inversa bastante significativa entre la frecuencia con la que los adolescentes informan desayunar y la cantidad de peso que aumentan con el tiempo”.
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Pereira destaca que los que dejan de desayunar están en mayor riesgo de exceso de peso.
Qué pasa con el ayuno intermitente
Desde Clínica Mayo indican que algunos estudios sugieren que “el ayuno en días alternos es casi tan eficaz como una típica dieta baja en calorías para bajar de peso”.
Hace énfasis en que “algunas investigaciones sugieren que el ayuno intermitente puede ser más beneficioso que otras dietas para reducir la inflamación y mejorar las afecciones asociadas con la inflamación, como artritis, Alzhéimer, ACV o asma”, por ejemplo.
Efectos secundarios
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Clínica Mayo señala que entre los efectos secundarios del ayuno intermitente está el hambre.
Pero es en New Medical Economics donde detallan más: mal aliento, dolores de cabeza, baja energía, cansancio y hasta mal humor.
Ayunar no es para todos
El ayuno puede traer beneficios para la salud, pero dejar de comer puede ser peligroso para algunas personas, exponen los Institutos de Salud de Estados Unidos (NIH).
Uno de los 5 consejos del endocrinólogo Francisco Rosero para mantener sano el metabolismo.
Y refuerza: “Rompo el ayuno, temprano, con proteína”.
Hay que romper el ayuno intermitente con proteínas (huevos, carne, pollo o tocino). No en cantidades copiosas. Al tener en el estómago 4 o 5 bocados de proteína, se pasa al pan tostado, cereal integral o frutas.
Chris Ferreira, nutricionista paraguayo
(I)
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