El primer eclipse solar total del año tendrá lugar este lunes 8 de abril, y será visible desde ciertas zonas de Norteamérica.

En este fenómeno astronómico, el Sol, la Luna y la Tierra se alinearán, oscureciendo el cielo por unos minutos. Pero, además de alinear los cuerpos celestes en el espacio exterior, los eclipses también hacen sentir su presencia en el planeta.

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De hecho, se ha demostrado científicamente que los eclipses inciden sobre la naturaleza y el comportamiento animal, pues cada que sucede este evento astronómico se alteran ciertas condiciones de la Tierra, como la temperatura y la luz solar.

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Cómo afectan los eclipses a la naturaleza y a los animales

Un eclipse solar total, como el que se vivirá en abril, provoca el bloqueo total de la luz solar. A su vez, otras condiciones meteorológicas como la temperatura, la humedad y la presión, también se modifican y pueden causar un descenso en la temperatura.

Según estudios realizados por la Universidad de Reading, se sabe que durante el eclipse, el aire caliente deja de elevarse del suelo, provocando una caída en la velocidad del viento y un cambio en su dirección. Al regresar la luz solar, el viento se normaliza.

Estas mismas alteraciones ambientales, además del bloqueo de la luz solar, son las que afectan psicológicamente a los animales.

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Cómo ver desde Ecuador el eclipse solar del 8 de abril

De acuerdo a la Doctora en Astronomía e investigadora del Conicet del Observatorio Pierre Auger, Beatriz García, los animales empiezan a percibir “un sentimiento de desazón porque no es normal que el sol se vea oscuro. Si bien no se hace completamente de noche, esa penumbra resulta ‘inquietante’”.

Esto sucede porque los animales suelen basar su conducta en factores como la luz y la oscuridad, y un eclipse llega a alterar inesperadamente ese patrón.

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Como explica un reportaje de The Conversation, cuando sucede un eclipse solar total las especies activas durante el día se dirigen a sus moradas como si la noche hubiera llegado de manera precipitada, y los animales nocturnos creen que se han quedado dormidos.

En los eclipses, las arañas comienzan a deshacer sus telas como lo hacen al final de cada día, y los murciélagos empiezan a salir, engañados por la repentina oscuridad. Los hipopótamos en Zimbabue, en cambio, abandonan los ríos para ir a descansar, pero a medio camino regresa la luz solar y les genera confusión y estrés por el resto del día.

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EFE/ Zsolt Czegledi Foto: ZSOLT CZEGLEDI

¿Afectan los eclipses al comportamiento humano?

Los estudios científicos aún no encuentran un vínculo directo entre los cuerpos celestes y los humanos. Sin embargo, varios astrólogos y neurólogos han notado que los eclipses pueden influir levemente en la psicología humana.

Según el neurocientífico Mark Filippi, la frecuencia que emana la Luna sí afecta a la frecuencia de la mente, teniendo una influencia inevitable en el control de las emociones, sentimientos y deseos, y estas, a su vez, en el pensamiento y conducta de cada individuo.

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Por eso, durante un eclipse, él considera que los humanos pueden sentirse alterados, nerviosos o confusos. Este estado anímico podría durar por un par de días antes y después del eclipse. Una razón para esto es que la gravedad de la Tierra cambia en un eclipse, y eso influiría en la psicología de las personas.

Foto: m-gucci

La fascinación por los eclipses

Lo que sí existe en los humanos es una continua fascinación y admiración por los fenómenos astronómicos, como la Luna llena y los eclipses.

Es común que cuando se acerca uno de estos eventos, varias personas se reúnan a verlo y fotografiarlo. Pero esto no es nuevo, pues los eclipses llevan impresionando a la humanidad por siglos.

Doce millones de personas en EE.UU. lograron observar en su totalidad el eclipse de sol.

En la civilización maya, los eclipses eran motivo para realizar ofrendas de sangre y rituales al dios Sol, y la oscuridad producía nerviosismo e incertidumbre en la población. Ya que el Sol era el responsable de hacer crecer las cosechas y de traer calor al mundo, que se apagara momentáneamente era perturbador.

Actualmente, los eclipses son espectáculos en el cielo que la mayoría de personas disfruta, y que se pueden ver mejor con protección visual. (I)