A pesar de que cada vez se usa más la nube para almacenar la información de los usuarios, nunca está de más tener copias de seguridad locales que permitan acceder a la información de una manera más rápida y sin la necesidad de conexión a internet.

Sin embargo, con estas copias también hay que tener otros niveles de cuidado. Una de las peores cosas que pueden sucederle a un usuario es que los datos se vuelvan inaccesibles. Esto puede pasar por muchas razones, desde la falla de energía hasta el daño del almacenamiento en los equipos.

Los datos dañados son aquellos que de repente se vuelven inutilizables. Ya sea que se trate de fotos memorables o archivos clasificados, hacer copias de seguridad de los datos es muy necesario hoy en día.

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Hacer una copia de seguridad por primera vez puede tomar un poco más de tiempo; pero, en la medida en que se hace en forma periódica, puede convertirse en una tarea bastante sencilla.

Representantes de la empresa Kingston comparten algunas recomendaciones para que el almacenamiento de datos no sea un problema.

1. Decidir qué datos necesitan copias de seguridad

Este es el primer paso. Los datos pueden ser archivos de trabajo o personales, como fotos, videos y documentos, los cuales, si se dañan, podrían ser imposibles de remplazar. También existe la opción de hacer copias de seguridad de aplicaciones, programas y configuraciones del sistema de los que se desea conservar una versión. Esto es importante porque, si algo le llegara a suceder al sistema, se tendrá una versión actualizada al alcance de la mano.

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2. Planificación

Para tener versiones actualizadas de los archivos es imprescindible una buena planificación. Para archivos personales, la periodicidad puede ser menos regular, debido al menor volumen de datos creados por mes. Si se requiere hacer una copia de seguridad de archivos de trabajo, debería actualizarse con más frecuencia. Dependiendo del volumen de trabajo, lo recomendable es una copia de seguridad diaria o semanal.

3. No limitarse a una copia de seguridad en la nube

La nube es probablemente una de las formas más fáciles para hacer copias de seguridad de datos, especialmente de teléfonos y sistemas informáticos. Este sistema se puede automatizar, lo que hace que sea fácil para el usuario. Sin embargo, no debería ser la única opción. Las empresas de almacenamiento en la nube pueden ser hackeadas y, con cada vez más frecuencia, las condiciones y los acuerdos de la cuenta pueden cambiar, lo que podría poner en riesgo los archivos guardados. Además, una suscripción mensual puede resultar más costosa que comprar un dispositivo de almacenamiento externo.

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4. Automatización

Las copias de seguridad automáticas requieren un esfuerzo mínimo, lo que es increíblemente útil en el mundo de hoy. Son fáciles de configurar y se puede elegir la frecuencia con la que se desean actualizar los archivos. Esta opción también está disponible en los dispositivos de almacenamiento externo a través de algunos programas, como Windows Backup/File History y macOS Time Machine. Para ubicarlo, hay que escribir backup en la barra de búsqueda y leer las instrucciones.

5. Teoría de respaldo

Esta regla se basa en la teoría de que hay que tener tres copias de los archivos importantes: almacenar dos copias en diferentes dispositivos (ya sea la nube o almacenamiento externo) y una copia en una ubicación segura, como una caja fuerte o fuera del sitio. Para algunos, esta teoría puede sonar un poco exagerada, pero se agradecerá si algo sucede con las copias de seguridad.

6. Eligiendo la unidad externa correcta

Al elegir el dispositivo externo adecuado para las copias de seguridad, hay que pensar no solo en la capacidad, sino también en la durabilidad y la velocidad del dispositivo. Los discos duros externos (HDD) son una opción a buen precio para grandes cantidades de datos y pueden tener grandes velocidades; pero, si se caen o se extravían, su interior se dañará y, potencialmente, esto hará que algunos datos sean imposibles de recuperar.

Los discos de estado sólido (SSD) externos son ligeramente más caros que los HDD, pero vale la pena comprarlos si se quiere invertir un poco más. Son más duraderos, más rápidos y normalmente mucho más pequeños que los discos duros, lo que los hace más portátiles. (I)

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