Los jueces del máximo tribunal electoral de Brasil debatían ayer sobre nuevas pruebas potencialmente dañinas antes de dictar una sentencia que podría costarle su trabajo al presidente Michel Temer. Era su tercer día de deliberaciones.

El Tribunal Superior Electoral debe resolver si en la campaña del 2014 Temer, entonces candidato a vicepresidente de la presidenta Dilma Rousseff, recibió donaciones ilegales. Los dos lo han negado.

Este es uno de varios temas que amenazan a Temer. En el caso electoral, los jueces disienten si tomar en cuenta nuevas pruebas de donaciones ilegales que han salido a la luz en la investigación conocida como “Lavado de Autos”. Las pruebas derivan de confesiones efectuadas por implicados a cambio de rebaja de penas.

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La fase de juicio del proceso debía durar hasta ayer, pero el tribunal programó sesiones para hoy y mañana en caso de que fueran necesarias.

Si el Tribunal Superior Electoral concluye que esa fórmula electoral recibió fondos ilegales, su victoria sería anulada y Temer despojado del cargo. Sin embargo, el mandatario podría apelar y ya ha dicho que está dispuesto a hacerlo. (I)