A finales de los 90 el virus de la mancha blanca generó el desplome de la producción camaronera, pasando de generar 250 millones de libras a 80 millones. Desde el 2006, la producción nacional recuperó su volumen y en 2015 se llegó a exportar 720 millones de libras, según cifras del sector. Ahora, desde el 2023, cuando casi cuadruplicó esa cifra al exportar 2.677 millones de libras, los camaroneros vuelven a enfrentar no una, sino “siete plagas”: investigación por dumping y subsidios en EE. UU., la eliminación de subsidios a diésel, la caída de los precios internacionales, los costos por la inseguridad, la suspensión de la firma del acuerdo con México por el camarón, el cobro de nuevas contribuciones y la suspensión de nueve empresas exportadoras en China. Sin embargo, José Antonio Camposano, presidente de la Cámara Nacional de Acuacultura (CNA), cuenta más impactos para su sector y comenta las afectaciones y consecuencias que se reflejan este año en las exportaciones.