La producción petrolera ecuatoriana estaba a punto de alcanzar este 15 de diciembre los niveles que tenía antes del apagón generado por una descarga atmosférica que dañó a la línea de transmisión El Vergel Jivino 3 y que afectó a 728 pozos causando la pérdida de al menos 56.000 barriles, hecho que ocurrió el 11 de diciembre pasado.

Según los datos de la Agencia de Regulación y Control de Energía (ARC), la producción petrolera al 15 de diciembre se ubicó en 492.581 barriles, cifra inferior a los 493.418 barriles que se registraban antes del siniestro (10 de diciembre), pero que representa el 99,8 % de la producción previa. Al 15 de diciembre, solo la producción de Petroecuador se ubicó en 384.123 barriles, cifra también inferior a la registrada el 10 de diciembre y que llegó a 385.029 barriles, representa el 99,7 %.

Sobre el siniestro generado, Ramón Correa, gerente de Exploración y Producción de Petroecuador, reconoció que la línea de transmisión eléctrica no ha tenido el mantenimiento necesario, debido -sobre todo- a falta de presupuesto. Lo dijo en una entrevista en un programa radial con el periodista Andrés López. Explicó que la actual administración está gestionando los recursos necesarios para realizar los trabajos el próximo año.

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Los tres bloques de mayor producción que resultaron afectados, entre otros, con el apagón fueron Sacha, en operación directa de Petroecuador, y Auca y Shushufindi, en operación de Schlumberger, bajo un contrato de servicios específicos. En el caso de Sacha y de Auca, ambos campos o bloques ya superaron los niveles previos al percance, pues este 15 de diciembre Sacha se ubicó en 71.156 barriles cuando el 10 de diciembre estaba en 71.066 barriles.

En el caso de Auca, su producción se ubicó en 75.441 barriles, cuando estaba en 75.289. Shushufindi, en cambio, no ha logrado rebasar pues este 15 de diciembre estaba en 81.961 barriles y el 10 de diciembre tenía 82.934 barriles.

La producción petrolera representa un importante ingreso para el país, por lo que el Gobierno planteó desde el primer día incrementarla e incluso duplicarla hasta finales del periodo. Sin embargo, han surgido varios problemas que han impedido dicho incremento. Entre ellos, rotura de oleoductos, paralizaciones indígenas y ahora fallas eléctricas. Recientemente, el ministro Fernando Santos Alvite indicó que la meta de duplicación no es viable.

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Entre tanto, la última falla eléctrica ocurrió en la línea de transmisión que es manejada por Petroecuador, y que según reportó la propia empresa, no pudo ser contenida por la estación Jivino 3, al no actuar las protecciones que debieron activarse para impedir la propagación. El problema se generó porque los sistemas de protección de puesta a tierra fueron sustraídos en la estación El Vergel-Jivino 3. Estos sistemas de protección robados y que no han sido repuestos son una suerte de pararrayos.

Petroecuador ha dicho que el sistema eléctrico del Distrito Amazónico, que está manejado por esta petrolera estatal, tiene más de 40 años de funcionamiento y no ha tenido un mantenimiento integral desde el año 2016 .También ha asegurado que EP Petroecuador trabaja en planes de corto y mediano plazo para mitigar este riesgo externo que impacta en pérdidas de producción asociada a fallas eléctricas.

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Explicó que la empresa ha sido víctima de la delincuencia que sustrajo las protecciones de esa línea, que funcionaban como un pararrayos y que esto fue lo que ocasionó que tras la caída del rayo, casi 800 pozos fueran cayendo como un dominó.

Ahora los técnicos están pendientes de las protecciones, pero indicó que se trata de un territorio muy grande. Dijo que al momento Petroecuador es el tercer consumidor de energía. En primer lugar está Guayaquil, luego Quito y en tercer lugar la empresa petrolera.

Sobre la producción petrolera, calculó que a fin de periodo Ecuador llegaría a unos 600.000 barriles. (I)


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