La subestación eléctrica Shushufindi, capaz de transportar energía proveniente del sistema interconectado (energía hidroeléctrica), se planificó desde 2013 y se terminó de construir en febrero del 2018 a un costo de $ 27 millones. Esta se creó, junto con la subestación Jivino que es más pequeña, con el objetivo de “atender la demanda de energía eléctrica del sistema petrolero y reemplazar la generación termoeléctrica”.
Cinco años después de la conclusión de la obra, la subestación Shushufindi completamente energizada, lista para operar y ubicada a apenas 3 kilómetros de la refinería y del campo del mismo nombre, no ha concluido el proceso de interconexión. Al momento, la enorme infraestructura, construida por la empresa china Harbin y AG Construcciones, se mantiene como una suerte de elefante blanco, sin uso.
La existencia de esta subestación desaprovechada es un hecho revelador y controversial en medio de los problemas eléctricos que registra el sector petrolero en Sucumbíos y que le ha llevado a perder miles de barriles de producción en el último año y cuatro meses.
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La posibilidad de interconexión no se ve cercana, aunque el 30 de enero pasado se esbozó una propuesta que parece perfectamente viable para el efecto, pero que no se ha logrado tratar. Gonzalo Uquillas, gerente de Celec, le indica en una comunicación oficial al entonces gerente de Petroecuador, Hugo Aguiar, que tras reuniones técnicas entre funcionarios de Celec y Petroecuador “se ha realizado un análisis preliminar sobre la factibilidad de establecer una conexión eléctrica desde la subestación Shushufindi de 230/138 kV de Celec al Sistema Eléctrico Petrolero (SEIP) a cargo de EP Petroecuador”. Esto se podría lograr “con la instalación de una subestación móvil de 138/69 kV”.
La comunicación indica a su vez que esto permitiría incrementar la entrega de energía eléctrica limpia al sistema eléctrico petrolero. La idea era además que el equipo de trabajo conjunto mantenga una reunión inicial el 7 de febrero del 2023, en la cual se establecería un cronograma de trabajo “con el fin de concretar esta nueva conexión en el menor tiempo posible”.
Sin embargo, en ese momento ya había estallado el escándalo de supuestos hechos de corrupción en las empresas estatales y, el 10 de febrero, Aguiar renunció antes de ser removido por el directorio. Ahora, el tema podría ser retomado desde cero con la nueva gerente encargada de Petroecuador, María Elisa Soledispa.
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Petroecuador emitió una corta respuesta oficial sobre el tema al indicar que “la construcción de la interconexión definitiva con la subestación Shushufindi a 138 KV está incluida en el Proceso Público de Selección (PPS) del Proyecto del Sistema de Transmisión Nororiental lo cual permitirá incrementar la confiabilidad y mejorará el suministro de energía”. Se refieren a uno de los procesos de concesión que está en marcha. También indicó que actualmente el Sistema Eléctrico Interconectado Petrolero recibe energía hidroeléctrica del Sistema Nacional Interconectado por la subestación Jivino, operada por la Corporación Eléctrica del Ecuador-Celec EP desde septiembre de 2017. Ese proceso licitatorio que empezó en diciembre del 2021 está todavía en etapa de preparación de ofertas. Se espera que a finales de marzo se realice la apertura de ofertas técnicas y económicas. En junio ya se haría la concesión.
Sin embargo, desde el propio Ministerio de Energía, el ministro Fernando Santos le dijo a este Diario que “hay que reconocer que los intereses de las compañías que producen energía con diésel han sido tan poderosos que esta licitación para interconectar a la Amazonía con el sistema nacional ha fracasado cinco veces. Hay una subestación que está lista para operar en la Amazonía (Shushufindi), pero Petroecuador no ha hecho una línea y ya está energizada”, indicó hace pocos meses.
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Previamente, desde 2018 ha habido varios intentos para impulsar la interconexión. En marzo de ese año se firmó un convenio entre Celec y Petroecuador para ejecutar proyectos de interconexión. En una de las cláusulas se indicaba que se llevaría a cabo el proyecto de eficiencia energética Zona Este: “Interconexión 230 kV, Shushufindi-Edén Yuturi (EPF)-Apaika-Nenke (ECB)-Tiputini y la interconexión 138 kV, Shushufindi-Tarapoa, 69 kV Tarapoa-Cuyabeno e interconexión Loreto-Oso”.
En diciembre del 2022, la viceministra de Electricidad emitió una comunicación a Petroecuador dirigida en ese momento al gerente (s) Reinaldo Armijos y le hace un resumen de los acuerdos que se mantenían entre Celec y Petroecuador para la interconexión de Shushufindi, que no se llegaron a concretar. Cierra su carta indicando: “A Petroecuador no le ha sido posible implementar las acciones previstas para conectar el Sistema Eléctrico Interconectado Petrolero al Sistema Nacional Interconectado, a través de la subestación Shushufindi de 138 kV”.
Las demoras parecen inentendibles si se toma en cuenta que los costos de consumir energía generada por diésel importado resultan mucho más caras y que solo en el último año y cuatro meses este sector ha sufrido al menos cuatro fallas eléctricas de proporciones importantes.
- La primera fue en octubre del 2021 cuando se perdieron 44.000 barriles tras una falla eléctrica asociada a la negligencia de los entonces gerentes del sector eléctrico y de Petroecuador. En esa ocasión se conoció que en el caso del problema en la línea de transmisión San Rafael-Jivino, no se produjo el cambio de aceite necesario, parte habitual del mantenimiento.
- El 11 de diciembre del 2022 también se produjo una falla en la línea de transmisión de Jivino y se apagaron 728 pozos, hubo la caída de 56.000 barriles de producción. Esta vez no había el pararrayos correspondiente, había sido robado y no repuesto a tiempo y esto ocasionó una descarga eléctrica.
- Solo once días después, el 22 de diciembre, hubo otra falla en 79 pozos en Cuyabeno y se dejó de producir 3.000 barriles. No está clara la razón para el siniestro.
- El 19 de febrero pasado se presentó una nueva falla en la línea de transmisión de Culebra Yulebra, lo que llevó a que cayera la producción en 1.680 barriles.
Sobre el tema, Jorge Luis Hidalgo, experto en temas energéticos y gerente de la empresa Green Power, explicó que “la subestación Shushufindi está energizada desde el 2018 y lista para su operación, pero simplemente por descuido no se la ha conectado a solo 3 km a la refinería Shushufindi”. Asegura que Petroecuador podría abastecerse de electricidad de las hidroeléctricas a un precio cercano a los $ 0,07 por kilovatio hora versus los más de $ 0,35 que actualmente le cuesta la generación de más de 60 MW de termoelectricidad con diésel importado.
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Dice que los beneficiarios con la falta de interconexión “son los generadores térmicos con diésel importado. Evidentemente los mayores beneficiarios son los importadores de combustibles”.
Para Hidalgo, “no hay ninguna justificación técnica ni legal y peor aún económica para no haberse conectado. Esto incrementa el costo de producción del barril de petróleo, esta ineficiencia la terminamos pagando todos nosotros”. Y asegura que si hubiera liderazgo y decisión “la conexión a la subestación Shushufindi podría estar lista en menos de dos meses. Y que el retorno de inversión de igual forma podría ser de menos de seis meses”.
Actualmente, la línea de transmisión San Rafael-Jivino a 230 kV y la subestación Jivino, destinadas a energizar los campos Vergel, ZPF, Sacha, Culebra, Yuca, Auca, Auca Sur, CPF, Shushufindi Central, Shushufindi Sur, Aguarico, Secoya y Atacapi funcionan, pero con los problemas de mantenimiento que le hacen vulnerable a las fallas eléctricas antes mencionadas. (I)