La confirmación del segundo caso de ómicron del coronavirus en Ecuador hace presumir a los médicos que esa variante, mucho más contagiosa, estaría ya circulando por el país, aunque para el Gobierno no hay un contagio comunitario sino para un grupo reducido.

Ante ello, además los expertos plantean medidas a ser tomadas en cuenta por las autoridades.

El primer caso fue confirmado el pasado martes. Se trata de un hombre, de profesión ingeniero que regresó a Quito de un viaje hecho a Sudáfrica. El segundo, una mujer de 48 años, que no se contagió en el extranjero sino en una reunión social, en Guayaquil.

Publicidad

Ecuador, el noveno país de América en identificar la variante ómicron en su territorio

Para David Larreátegui, médico, especialista en infectología y profesor universitario, es muy probable que la variante esté desde hace algunos meses, pero en el país no se hacen las suficientes pruebas de genotipificación porque no hay la capacidad masiva de realizar esos estudios luego de las pruebas de PRC, sino que se las aplica a los casos que tienen síntomas especiales o que han estado en contacto con viajeros.

“Probablemente ómicron ya esté unas semanas atrás y esté generando este aumento del número de contagios que tenemos ahora, que se refleja en la consulta externa, en los pacientes que se atienden día a día”, dijo.

Daniel Simancas, médico epidemiólogo, profesor de la universidad UTE, coincide con Larreátegui, en el sentido de que hay poca capacidad de rastreo y de secuenciación masiva genómica del virus, por lo que es bastante probable que existan otros casos que no se hayan detectado.

Publicidad

El segundo caso de esa variante, informó el Ministerio de Salud, no tiene relación con el primer contagio detectado en la capital de la República.

Se encuentra en cuarentena y se han aplicado los respectivos cercos epidemiológicos. Está estable y su sintomatología es leve. La investigación epidemiológica ha determinado que no salió del país.

Publicidad

Tenía el esquema completo de vacunas contra el coronavirus. Ella recibió una dosis de Johnson & Johnson y dos inyecciones de AstraZeneca.

Según Francisco Pérez, subsecretario nacional de Vigilancia de la Salud del Ministerio de Salud Pública (MSP), se están cerrando los círculos de vigilancia para determinar de dónde proviene ese caso.

Lamentablemente, sostuvo el funcionario, no han tenido mucha colaboración de las personas que asistieron a esa reunión y se recaba más información de dónde puede existir “un caso primario”.

Con la confirmación de estos casos, a Larreátegui se le preguntó si sería una alternativa adelantar la colocación de la tercera dosis de seis a tres meses y respondió que puede ser, aunque ello dependerá de la disponibilidad de vacunas.

Publicidad

Simancas planteó adelantar los rangos de edad e ir a personas que no han cumplido los seis meses, sino dos meses después de la segunda administración.

“En estos momentos ante la presencia y con los datos científicos que se reportan hasta el momento podríamos decir que dos dosis ya no constituye un esquema completo de vacunación, sino las tres dosis”, adujo Simancas.

En Ecuador, el proceso de dosis de refuerzo se inició en octubre pasado con el personal sanitario, luego con los adultos mayores y aquellos con inmunodepresión, en tanto que para la población en general se adelantó de enero del 2022 a diciembre 2021, siempre y cuando cumplan seis meses desde la segunda inyección.

De acuerdo con Cristina Aldaz, gerenta institucional del plan nacional de vacunación, hay disponibilidad de la vacuna para toda la población, incluyendo la de refuerzos.

Aldaz indicó que un individuo con ómicron puede transmitir el virus a 16 personas, por lo que es importante acceder a la vacuna pues habrá protección de la enfermedad grave.

Larreátegui consideró que obligar a vacunarse es complicado, que se debería incentivar a que lo hagan; en tanto que, para Simancas, se debería ir hacia la exigencia del carné de inmunización para ingresar a algunos lugares públicos.

Según Simancas, dado que es un virus que se transmite por el aire hay que intensificar los controles del uso de mascarilla, ventilar espacios cerrados, exigir en establecimientos de comidas y bebidas la utilización de medidor de CO2 sobre la calidad del aire. Larreátegui expresó que las medidas deben ser menor aforo en áreas cerradas, uso de mascarilla, seguir vacunando.

Medidas restrictivas se inician este viernes y por 18 días; en manos de gobiernos locales la exigencia de certificado de vacunación

Esas medidas restrictivas como la de reducir aforos, determinadas por el Comité de Operaciones de Emergencia (COE) nacional que tienen vigencia hasta el lunes 3 de enero de 2022, generan críticas de algunos sectores como el de comidas.

Según Andrés Aspiazu, miembro de la directiva de la Asociación de Restaurantes del Guayas (Asorest), limitar aforos al comercio en general en el mejor mes de ventas los perjudica con la consecuente restricción al empleo.

Para Aspiazu, muy pronto deberían pasar del 75 % al aforo completo. “Le dan 100 % de aforo a los buses, ¿usted no cree que en los buses van más apretados de lo que puede estar la gente en un restaurante? (...) cuando alguien se sienta en una mesa, es un grupo familiar o gente que se conoce y que normalmente saben que todos están en buen estado de salud o están vacunados”, señaló el dirigente empresarial.

No es partidario de pedir el certificado de vacunación sino que, a su juicio, lo que debería hacer el Gobierno es una campaña en medios de comunicación con un mensaje positivo sobre la necesidad de que la ciudadanía se inmunice. (I)