Construir casas y albergues de bambú para refugiar a familias, una iniciativa por el fenómeno de El Niño

Intensas lluvias, inundaciones, cambios en la temperatura y sequías son algunas de las condiciones climáticas que causaría el fenómeno de El Niño en Ecuador. El evento meteorológico podría afectar a entre 35.000 y 40.000 familias, según la Secretaría de Gestión de Riesgos.

Para precautelar el bienestar de estas personas que se encuentran en situaciones críticas y vulnerables, la Fundación Raíz-Caemba apunta a construir casas y albergues con bambú. Lo hicieron por primera vez en el 2016, cuando levantaron 323 casas luego del terremoto que impactó en Pedernales, Manabí.

“El bambú es la materia prima que más fácilmente se puede convertir en algo útil. Tú vas al bosque de bambú, cortas el bambú y lo transformas en estructuras con mínimo esfuerzo”, explicó Manuel Pallares, biólogo y director de la fundación.

En una entrevista con el programa El Mono López, transmitido por Radio City (89.3 FM en Guayaquil), Pallares señaló que este vegetal no solo crece rápidamente, sino que además absorbe dióxido de carbono de la atmósfera, por lo que ayuda a combatir el cambio climático.

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“Es un capital que tiene el Ecuador para enfrentar emergencias de una manera efectiva”, aseguró el experto.

Cómo se construyen las casas y albergues de bambú

Las casas están diseñadas para albergar a una familia de cuatro personas y son creadas con paneles de madera revestida de bambú picado previamente tratado en una solución de ácido bórico, bórax y sulfato de cobre.

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Según la página web de Fundación Raíz-Caemba, las casas tienen un frente de 4,8 metros por 9 metros de fondo, con una superficie útil de 43,20 metros cuadrados. Toma de tres y cuatro días montar la estructura.

Pallares explicó que las casas de bambú están diseñadas para una vida útil de 30 años y cada una cuesta $ 4.500.

En el caso de los albergues, tienen 30 metros cuadrados de superficie y cada uno puede alojar a cuatro o cinco personas.

Esta alternativa también surge de la necesidad de dejar de usar las escuelas y colegios como refugios.

“Poner a miles de niños en las calles es un riesgo enorme para su seguridad”, indicó Pallares. “Es una oportunidad grande que tienen las bandas, los grupos delictivos, las personas que trafican con niños, para aprovecharse de la situación”, agregó.

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‘Necesitamos fortalecer nuestra capacidad de crear espacios para albergar a personas cuando tenemos un desastre natural’

En un país como Ecuador, que tiene altos riesgos volcánicos, sísmicos y climáticos, un fenómeno natural como el El Niño puede poner en riesgo a todo el territorio, considera Pallares.

Por eso, el experto destaca la importancia de la capacidad de resiliencia para hacer frente a los riesgos. Lamenta que la iniciativa de prevención no salga del sector público sino del privado, pero confía en la capacidad de reacción de la Fundación Raíz-Caemba.

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“Estamos enfocados en trabajar con empresas para crear un sistema privado de atención de emergencias. Necesitamos una capacidad privada distante de la política con una proyección a largo plazo”, comentó.

Pallares recomienda prepararse para el fenómeno de El Niño estando atentos e identificando a quienes pueden ser gestores de ayuda. (I)