El ‘Gato Farfán’ pretendía pagar $ 3,5 millones para huir de una cárcel colombiana, según prensa de ese país

TULCÁN

Wilder Sánchez Farfán, alias Gato Farfán, capturado en Pasto (Colombia), a 90 km de Tulcán, el 9 de febrero de este año, tras un operativo conjunto entre las autoridades de Colombia y Ecuador, era considerado en Ecuador como el más buscado.

Nueve meses después, según un reportaje de la revista Semana, de Colombia, planificaba fugar de la penitenciaría La Picota, de Bogotá, pagando $ 3,5 millones o 14.000 millones de pesos. El capo ecuatoriano es acusado de coordinar el envío de drogas hacia Estados Unidos, por lo que es requerido en ese país.

Plata o plomo habría sido la sentencia dirigida a los guardianes del Instituto Nacional Penitenciario y Carcelario de Colombia (Inpec), que recibieron un ofrecimiento criminal: más de 5.000 millones de pesos, unos $ 1,3 millones, por garantizar la huida de Sánchez Farfán, conocido como el “Pablo Escobar de Ecuador”, según la revista colombiana.

El plan de fuga mantiene en alerta al Inpec y a autoridades colombianas y norteamericanas. La Fiscalía ya abrió la investigación correspondiente. Según la información, corroborada por los investigadores, se habría puesto precio a la cabeza de algunos guardianes, que ya fueron incluidos en programas de protección.

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Alias Gato Farfán estaba en el pabellón de extraditables de la cárcel La Picota. Sus compañeros de prisión lo identifican como un hombre reservado, alejado del resto de privados de la libertad (PPL), pero con gran poder adquisitivo, con dinero.

El plan de fuga, según los documentos que conoció la revista, tenía fecha: entre el 10 y el 13 de noviembre. Una idea de escape que, al parecer, tuvo un pago inicial, de acuerdo con la información puesta en conocimiento de la Fiscalía.

“Igualmente, expresan que a un funcionario ya le habrían dado un adelanto de 20 millones de pesos, unos $ 5.130, para facilitar la salida de la PPL en mención”, señala el documento.

El Inpec y el Grupo de Operaciones Especiales (Grope) se anticiparon a la fuga y adelantaron un operativo en la madrugada del jueves 9 de noviembre.

Llegaron a La Picota y, sin previo aviso, se metieron en el pabellón de extraditables y sacaron a Farfán. En el Comando Aéreo de Transporte Militar (Catam) un avión estaba listo a fin de llevarlo hasta la cárcel de Valledupar, La Tramacúa, para dejarlo bajo estrictas medidas de seguridad, en una celda vigilada las 24 horas y monitoreada desde Bogotá.

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Sería la primera vez que un reo es sacado del pabellón de extraditables y mandado a otra prisión ante la latente posibilidad de escape por cuenta de una danza millonaria. Temen que ocurra lo mismo que con alias Matamba, quien fue capaz de sobornar y pasar todas las puertas de La Picota, como si se tratara de su casa.

“Para el día 9 de noviembre del 2023, mediante resolución se efectúa el traslado de la PPL Sánchez Farfán Wilder Emilio, con destino a la cárcel y penitenciaría de alta y mediana seguridad de Valledupar, con el propósito de generar una desestabilización del mismo, así como extremar los controles de seguridad para evitar de esta manera la materialización de una posible fuga del privado de la libertad”, asegura el documento.

El plan de fuga, incluso, llegó a las autoridades estadounidenses, que requieren a Farfán en extradición por narcotráfico. De ahí la alerta que se prendió en Colombia con réplicas en la Fiscalía y el propio Gobierno nacional a fin de acelerar el tiquete que lo saque del país. Mantenerlo detenido se convirtió en una papa caliente para la guardia del Inpec.

En Valledupar, el llamado “Pablo Escobar ecuatoriano” permanece vigilado. Sin embargo, de acuerdo con fuentes de la Fiscalía, su plan de fuga se mantuvo y la recompensa criminal aumentó.

La información, que es objeto de verificación por las autoridades, afirma que el narco ecuatoriano estaría ofreciendo hasta 14.000 millones de pesos ($ 3,5 millones) por torcer la ética de los funcionarios encargados de su custodia.

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Él es consciente de que al descubrirse su plan tiene un pie en Estados Unidos y está dispuesto a pagar lo que sea para evitarlo. Quienes fueron víctimas de los supuestos ofrecimientos del narco es que la amenaza era directa, de no aceptar, sus vidas estarían en riesgo. (I)