El dolor de la familia de Gonzalo López empezó el 7 de julio de este año. La tarde del viernes, el ciudadano de 50 años perdió contacto por completo con sus seres queridos. Desde ese momento se inició una campaña de búsqueda, las investigaciones permitieron conocer que a las 13:00 ingresó a una panadería, desde ese entonces se perdió su rastro.

Diez días después, el 17 de julio, se informó de un cuerpo que fue encontrado envuelto en un colchón, en proceso de descomposición, por el sector de Carcelén, en el norte de Quito.

La familia conoció de esta noticia y la recibió con sentimientos encontrados: por un lado, el de saber si se trataba del padre de familia o si se extendería el suplicio de la búsqueda, pero con la esperanza de que sea hallado con vida. Finalmente se confirmó lo peor: el cuerpo que fue arrojado a la quebrada era del ciudadano reportado como desaparecido.

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Envuelto en un colchón fue encontrado un cuerpo sin vida, en el norte de Quito

Jeaneth Salazar, esposa de López, dijo a este Diario que la camioneta en la que se movilizaba fue abandonada en Carcelén y se encuentra en uno de los patios de la Policía Nacional para continuar con el proceso de investigación que se mantiene abierto desde su desaparición.

“Hablamos por última vez el viernes en la mañana, a las 09:30 teníamos que encontrarnos, me suspendió el encuentro porque tenía que hacer otras actividades, entonces ya me dediqué a mis cosas, después ya no llamó”, expresó.

Ahora ha pedido justicia, junto con sus dos hijos, de 21 y 16 años, todavía no han asimilado por completo la falta que les hará Gonzalo, estos días han contado con el apoyo de familiares y personas que apreciaban al publicista.

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Gonzalo López trabajó durante muchos años en el área de marketing y publicidad, especialmente ligado a las concesionarias de venta de vehículos y al transporte pesado. Esa fue su vida, le dedicó la mayor parte de su tiempo a la empresa que creó y con la cual dio trabajo a más personas.

A veces, incluso le brindó más tiempo que a su propia familia, pero sin duda supo destinar y aprovechar los momentos especiales para disfrutar de sus seres queridos y dejar un legado marcado.

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Así le recuerdan sus familiares, como un hombre que siempre mantuvo dibujada una sonrisa en el rostro. Amiguero, amable y muy trabajador.

“No fue justa la manera como terminaron con su vida, creo que dio guerra hasta el último, era un hombre muy fuerte en todo sentido”, dijo entre lágrimas Jeaneth Salazar.

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Él cumplió varios de sus sueños, sin embargo, no logró algunos de los más importantes, como viajar por el mundo junto con su familia, ver a su hija como profesional, pues recién terminó el segundo semestre de Fisioterapia, o de su hijo, que todavía está por terminar el colegio.

De hecho, la familia ha tenido que incurrir en una serie de gastos desde que Gonzalo desapareció, con el agravante de que les informaron que todas sus cuentas fueron vaciadas, presuntamente por los delincuentes que acabaron con su vida.

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La madre no sabe cómo se hará cargo de todos los gastos de alimentación, estudios, incluso la investigación en la que solo quieren que se dé con los delincuentes y que paguen por el delito que cometieron. (I)