Un eventual cambio de alerta de naranja a roja por el fenómeno de El Niño en el país dependerá exclusivamente de la Secretaría Nacional de Gestión de Riesgos (SNGR), indicó Michael Linthon, director de Oceanografía y Meteorología Marina del Instituto Oceanográfico y Antártico de la Armada del Ecuador (Inocar).

En septiembre, Ecuador pasó de nivel de alerta amarilla a naranja luego que se determinara que la ocurrencia del fenómeno de El Niño era inminente en el país para los últimos meses del año.

Primeras lluvias ligadas al fenómeno de El Niño se iniciarán a mediados de noviembre, según Erfen

De hecho, el pasado 7 de noviembre, el Comité Nacional para el Estudio Regional del Fenómeno de El Niño (Erfen) estableció un periodo tentativo para el inicio de las primeras precipitaciones asociadas el evento. Lo que reforzaría el anuncio de la llegada de este evento climático a Ecuador.

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Esta instancia determinó que a mediados de este mes se darían de forma progresiva las lluvias, llegando a su periodo máximo en el trimestre diciembre, enero y febrero.

“El cambio de alerta entre naranja y roja es exclusivamente de la Secretaría (de Gestión de Riesgos) y eso se valorará, pero con base en las afectaciones. ¿Por qué? Porque por más que un modelo me diga que tendré tantas lluvias, todavía no se lo percibe en territorio nacional”, explicó Linthon.

En ese sentido, añadió, esta evaluación tendrán que hacerla las autoridades competentes con base en cómo el país va enfrentando esta amenaza natural.

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Con base en el Índice Ecuatoriano del Fenómeno de El Niño (Iefen), las perspectivas y el criterio experto del comité Erfen, se mantiene el estado de El Niño activo en Ecuador, así como la alerta naranja emitida por la Secretaría de Gestión de Riesgos a escala nacional.

El pronóstico oficial de El Niño-Oscilación del Sur de la NOAA, basados en los análisis en la región Niño 3,4 (Pacífico central), mantiene la probabilidad de 100 % de condiciones de El Niño hasta enero del 2024.

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Mientras, el Enfen (Perú), con análisis en la región 1+2, mantiene las condiciones de ‘alerta de El Niño costero’ con las mayores probabilidades dentro de la categoría cálida (moderada-fuerte).

Por ahora, durante la vigencia de la alerta naranja, el país ha emprendido acciones de preparación para el fenómeno. Por ejemplo, desde las alcaldías y prefecturas se ejecutan planes para paliar los futuros efectos en territorio.

Limpieza de canales, desazolve de ríos, preparación de albergues, mapas de calor de sitios que tendrían un impacto más fuerte ante precipitaciones intensas e incluso colocación de señalética en zonas más propensas a inundaciones son algunas de las medidas tomadas por gobiernos locales.

En Guayaquil, la Alcaldía ha destinado un presupuesto de $ 25 millones para atender la emergencia; mientras que desde la Prefectura del Guayas el presupuesto asignado asciende a $ 40 millones.

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Desde el Gobierno se ha mencionado que Ecuador está listo para enfrentar el fenómeno de El Niño. En lo que compete al Ministerio de Transporte y Obras Públicas (MTOP), por ejemplo, se anunció la adquisición de puentes bailey, desazolve de ríos, limpieza de cunetas y gestión de créditos externos que superan los $ 400 millones y que servirán para la emergencia.

Esta es la inversión de Guayaquil para enfrentar el fenómeno de El Niño, cuyas primeras lluvias se sentirán en Ecuador a mediados de noviembre

Michael Linthon explicó que la alerta roja corresponde más a las afectaciones en territorio. Esto quiere decir, cuando se palpen los efectos negativos en la parte económica, de salud y cuando se vea, realmente, la emergencia que está viviendo el país.

“Esto llega un poco más adelante, cuando pase el tiempo y se vean ya las afectaciones in situ, en territorio”, dijo el director de Oceanografía y Meteorología Marina del Inocar.

El cambio de alerta, además, derivará en el uso de otro tipo de fondos y recursos para atender la emergencia a escala nacional. (I)