Quito

“Con los pulmones prácticamente agotados, sin poder respirar”. Así describió Karina Aldaz el estado en el que ingresó, en octubre del 2015, al hospital de especialidades Eugenio Espejo del Ministerio de Salud Pública (MSP).

Tenía 20 años. Padeció de oncolocarcinoma de estadio III metastásico pulmonar. Resaltó la atención que recibió en esa casa de salud. Se graduó y obtuvo un título de ingeniera ambiental. Hoy tiene 29 años.

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El pasado 26 de junio, el área oncológica del hospital Eugenio Espejo recibió un reconocimiento de la fundación Jóvenes contra el Cáncer por la labor desempeñada.

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El área de oncología es liderada por Ahmad Wali Mushtaq, quien llegó a Ecuador en 1996.

De 55 años y nacido en Kabul, Afganistán, por un convenio fue a estudiar a Cuba. Hizo un posgrado en Oncología. Al llegar al Ecuador hizo la práctica rural en esa misma casa de salud y en 1998 empezó a atender pacientes. Era el único oncólogo clínico. Está casado y ya es ecuatoriano, puesto que se naturalizó.

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Al país llegó de forma “casual”, pues cuando vivía en el Caribe conversó con dos colegas ecuatorianos que hacían una pasantía y lo convencieron de que viniera.

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Gustavo Dávila, director de la fundación, dijo que la entrega del reconocimiento es un sentir de gratitud de muchos sobrevivientes contra el cáncer que ahora ya son profesionales o de personas que siguen en la lucha.

Además, porque es un incentivo para la construcción de una clínica integral del cáncer y por la cantidad de derivaciones que hay.

Para Ahmad Wali Mushtaq, antes no había una responsabilidad social o política hacia el paciente, pues no había una ley que ampare a quienes padecen de enfermedades catastróficas. Tampoco había un área determinada para el ingreso de los pacientes y adquirían -en muchas ocasiones- las medicinas.

El único tratamiento era la quimioterapia, pero luego se asignaron camas de hospitalización. En el año 2009 se inauguraron los servicios de hematología y oncología en esa casa de salud.

Actualmente cuentan con 25 camas. Hay dos áreas: clínica y quirúrgica. Además hay quimioterapia ambulatoria con dos jornadas. Se atiende a más de 70 pacientes al día.

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Varios pacientes o familiares de pacientes con cáncer conversaron con el doctor Ahmad Wali Mushtaq, quien es el jefe de Oncología del hospital Eugenio Espejo, en Quito. Foto: El Universo

El especialista sostuvo que se otorgan tratamientos de altos costos que podrían superar los $ 10.000 mensuales.

Los tumores más frecuentes son para cáncer de mama, de tiroides, cérvico uterino, gástrico, próstata, linfomas y colorrectal.

En esa casa de salud hubo 41.280 atenciones de oncología en 2021 y 47.255 en 2022, indicó el Ministerio de Salud.

Hay 3.000 casos nuevos al año. Diariamente el afgano ve 30 pacientes y mediante visita médica a 30 más.

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El hospital Eugenio Espejo se encuentra en el centro de la capital. Carlos Granja Medranda / EL UNIVERSO Foto: El Universo

Como médico -sostuvo- hay que tener conciencia, vocación, ser empáticos, y ponerse en los zapatos de los pacientes.

Hay varios aspectos que los afecta: la muerte de un paciente, la incapacidad que puede generar la enfermedad y el cáncer en niños.

“Cuando vemos un paciente que pese a los tratamientos no hay nada que hacer, realmente eso nos afecta muchísimo”, dijo Wali.

Cuando se le pregunta si es mejor siempre decirle al paciente que padece cáncer, respondió que hay una forma de decirle. Indicó que hay que preparar al paciente, a la familia, sobre todo para casos nuevos.

El experto mencionó que hay cánceres que son prevenibles y otros que no, y hay que hacer prevención primaria en factores de riesgo, como dejar de fumar, de tomar, de tener vida sedentaria, hacer ejercicios, cambiar alimentación.

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Sostuvo que con esos cambios se puede prevenir en un 30 % el riesgo de la enfermedad.

Los cánceres más prevenibles son los uterinos, colon, pero no los hereditarios.

En otros casos, hay cánceres no prevenibles pero que sí se pueden detectar en etapas precoces.

Lastimosamente, agregó, los pacientes llegan en estados avanzados quizás por falencias en los sistemas iniciales de atención. (I)