Manuel Quezada se cruza los brazos y se toca la cabeza cuando recuerda aquel sismo de magnitud 6,6 del pasado 18 de marzo que afectó a Machala. Alza la mirada y señala con un dedo cada daño.

Su vivienda era de dos pisos. El primero se mantiene con algunas grietas, pero el segundo desapareció por completo. Lo único que quedó fue la estructura donde estaba un tanque elevado.

El día del sismo la madre de Manuel, de 87 años, estaba en casa. Ella sufrió una fractura en un brazo porque en la vivienda cayeron dos pilares grandes del edificio contiguo, de seis pisos. En esa estructura, según Manuel -quien consultó con expertos-, no se debió construir la terraza, es decir, lo que cayó.

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Actualmente Manuel está a la espera de la ayuda que el Gobierno prometió: un bono de arriendo por tres meses. Por parte de la Gobernación de El Oro y del Municipio de Machala ha recibido víveres, una cama y vestimenta.

“Mi mamá está donde mi hermano. Yo estoy aquí hasta las 17:00, hay amigos que me dan posada y así estoy avanzando. Yo aquí tengo algunas cositas y usted sabe que aquí no falta el amigo de lo ajeno que le quita sus cositas”, dice el ciudadano que trabaja como profesor.

Solo en Machala hubo 220 viviendas con daños. Foto: Belén Zapata Mora.

Manuel recibe la visita de sus amigos del trabajo, quienes lo saludan con un abrazo y un espaldarazo, aquellos que transmiten apoyo. “Lo más importante es lo económico, porque Manuel se ha quedado sin casa, ropa, con lo puesto, y es la mejor manera de hacernos presente”, dice René, amigo de Manuel.

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Al lado de la casa de Manuel, ubicada en las calles Boyacá entre Páez y Juan Montalvo, en el centro de Machala, también se destruyó otra vivienda. Ahí fallecieron tres personas, entre ellos, un niño. Ellos estaban saliendo de la casa debido al sismo, pero fueron aplastados por las estructuras. En el sitio funcionaba un local de artículos varios.

La familia de Manuel es parte de las 264 afectadas por el movimiento telúrico, que también provocó daños en otras zonas. Por ejemplo, en la parroquia Puerto Bolívar están los barrios 4 de Abril, Rafael Morán Valverde, Acapulco, Virgen del Cisne y 5 de Diciembre. En la parroquia Jubones hubo afectaciones en los barrios Paraíso, Cristo del Consuelo e Israel. Y también en el conocido sector El Coco, en Machala, y las parroquias El Cambio y Providencia.

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Este Diario realizó un recorrido en el centro de Machala y evidenció otros daños donde aún hay escombros. Fue el caso de una vivienda en las calles Boyacá y Pasaje, donde la destrucción es total.

Hay cañas tiradas, sillas y solo un mesón de lo que se presume era el área de la cocina. En ese mismo espacio quedó un poco de losa. Así también hay edificios que tienen daños en sus estructuras.

Solo en Machala hubo 220 viviendas con daños. De estas, 57 destruidas en su totalidad. Además, hasta el 29 de marzo se anotaron 333 familias evaluadas, un poco más de 200 afectadas y 60 damnificadas.

Estas cifras pueden aumentar debido a que hay más personas que notifican sus daños, dice Vanessa Zárate, coordinadora de Gestión de Riesgos del GAD municipal de Machala. “El 18 de marzo lo primero que se hizo fue activar el COE y se declaró el estado de emergencia. Se hizo un levantamiento general de información de las viviendas afectadas y destruidas en su totalidad. Ahora seguimos levantando información para luego entregar asistencia humanitaria”, explica Zárate.

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La funcionaria pública menciona que, en esta semana, se espera concluir con las evaluaciones para después concentrarse en la asistencia humanitaria.

A la par de estas acciones, de acuerdo con Zárate, se realiza la recolección de los escombros, que comprenden paredes destruidas, casas de caña que cayeron completamente o derrumbes de losa. En estos días, durante una inspección que efectuó Zárate, se evidenció que en La Providencia cayó la losa de una vivienda hacia la casa conjunta. Afortunadamente no hubo víctimas, pero los damnificados permanecen con familiares hasta recibir la ayuda.

Aún hay escombros en algunas de las viviendas que casi en su totalidad fueron destruidas. Foto: Belén Zapata.

“La Dirección de Obras Públicas, el Municipio y con la Empresa de Aseo se ha hecho el levantamiento de los escombros. En el recorrido que hemos hecho se puede verificar que todavía hay escombros de paredes, casitas de caña, de tabla, pero ya no es mucho. A veces cuando los daños son dentro es complicado que pueda entrar maquinaria y la ciudadanía ayuda sacando”, explica Zárate.

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A través de las evaluaciones se ha categorizado a las viviendas, dice Zárate. Las que están registradas en rojo significa que hay un alto peligro; en amarillo es moderado y puede habitarse el sitio, pero con precaución. Y verde cuando sí es habitable.

Luego de estos trabajos en Machala hay una evaluación de los daños en un 80 % y entre el 50 % y 60 % corresponde a las entregas de asistencia. “Nos falta el resto de viviendas evaluadas y llegar con la asistencia”, indica la funcionaria.

Bonos

El pasado 27 de marzo, el presidente Guillermo Lasso entregó seis bonos de arrendamiento en Machala cuando se contabilizaban más de 90 casas destruidas.

Zárate explica que el listado es de 177 personas para que puedan acceder al bono, pero ese día se priorizó a diez, a quienes sus casas se les destruyó totalmente por el sismo.

Recalca que esta ayuda, coordinada con el Ministerio de Desarrollo Urbano y Vivienda (Miduvi), depende del trámite de los informes y están acelerando los procesos.

“Como enviamos de diez no pudo hacerse el trámite total, pero posterior a eso seguimos entregando nuestros informes. Los diez fue lo que se dio prioridad de las casas destruidas para el día que llegó el presidente. Pero de ahí en el trascurso de la semana entregamos los certificados de riesgo para que puedan continuar con el trámite”, argumenta Zárate.

Este bono es el que espera Manuel y además que se analice el edificio contiguo, pues afirma que es un peligro ante un futuro sismo. (I)