Estas son las diez carreras universitarias con mayor demanda en Ecuador

En cada año lectivo, los jóvenes, que concluyen el colegio, meditan sobre qué carrera elegir para su formación profesional. Y según la Secretaría de Educación Superior, Ciencia, Tecnología e Innovación (Senescyt), entre las diez carreras con mayor demanda continúan las tradicionales.

En 2022 hubo 383.395 aspirantes a nivel nacional, el 52,47 % masculino, el 35,77 % femenino y un 11,75 % no registró este detalle. El 68,64 % es mestizo, 5,2 % montubio y 4,85 % indígena.

La demanda, registrada en la página de Senescyt, varía de acuerdo al semestre. Por ejemplo, en el primer semestre de 2022, la educación inicial obtuvo 14.463 postulantes, frente a medicina, que en el segundo semestre obtuvo 11.504 aspirantes. Pero al globalizar cambia y es derecho la que prevalece con 25.096.

Estas son las últimas diez carreras universitarias o superiores creadas en Ecuador y están en Guayaquil, Joya de los Sachas, Quito, Babahoyo y Azogues

Esteban Andrade, vicerrector de la Universidad Internacional SEK, indica que los jóvenes seleccionan o deciden postular hacia una carrera por varios motivos, por ejemplo, el posicionamiento en el mercado laboral.

“Por otro lado, está la presión familiar que pueda ejercerse en términos de estudiar una carrera “conocida” que de una u otra manera puede garantizar un futuro laboral, o en otras ocasiones algunos padres o madres de familia buscan que sus hijos obtengan un título en una carrera que dé continuidad a lo que ellos estudiaron y así sigan sus pasos o que estudien aquello que ellos no lograron estudiar”, comenta Andrade.

María Gabriela León, abogada y docente, señala que la carrera de Derecho siempre ha sido apetecida y que no solo ocurre en Ecuador. “No se trata de un fenómeno nuevo. La carrera tiene un campo laboral amplio y que, además, permite su libre ejercicio, es decir, no es necesita de un empleador para poder desempeñarla, y, por lo tanto, un grado importante de independencia”, dice León.

Así también, León sostiene que es una profesión que permite un alto nivel de especialización en una o más áreas. “La carrera brinda una formación en una extensa gama de materias que tienen relación con la necesidad de regulación jurídica en todos los campos de la vida y del desarrollo humano, la presencia del derecho es transversal y lo mismo ocurre con sus profesionales”.

La educación inicial es la segunda carrera con más aspirantes, sumando 24.359 jóvenes y para León esto obedece a la formación por la modalidad en línea, generada desde la pandemia de COVID-19. “Esa oferta va a encontrar eco en los postulantes porque la educación es un servicio público, ofrece una mejor expectativa laboral en comparación con otras carreras”, apunta León.

Top 10 de carreras

1. Derecho: 25.096
2. Educación inicial: 24.359
3. Enfermería: 22.789
4. Medicina: 22.449
5. Educación básica: 21.258
6. Administración de empresas: 15.589
7. Economía: 13.101
8. Psicología: 11.406
9. Contabilidad y auditoría: 10.170
10. Trabajo social: 9.601

En tanto, el campo de la salud también tiene sus lugares en el ranking. En enfermería hubo 22.789 postulantes y en medicina 22.449 en el 2022. “Debemos tener presente que muchas de las carreras tradicionales hoy con alta demanda permiten a los jóvenes a futuro tener un mayor abanico de opciones para especializarse y buscar por medio de estudios de posgrado incursionar de mejor manera en el mercado laboral”, dice Andrade.

León coincide y agrega que enfermería y medicina tienen la ventaja de ejercerse en otros países. “Igual que lo que sucede con la educación, la salud es un servicio público, lo que mejora las expectativas de empleabilidad”.

En quinta posición está la educación básica con 21.258 postulantes; le sigue administración de empresas con 15.589 y economía con 13.101. Según León, en el país existe una marcada tendencia hacia las tradicionales y las mencionadas están en ese grupo.

En séptima posición se encuentra psicología con 11.406 aspirantes; contabilidad y auditoría con 10.170 y trabajo social con 9.601 postulantes.

Andrade resalta que, aunque una carrera tenga oferta y demanda, lo importante es saber adaptarla a las nuevas realidades sociales y a la incorporación las nuevas tecnologías, así como al desarrollo de habilidades blandas.

“Todas las universidades debemos actualizar nuestra propuesta académica y curricular para incorporar esta realidad tanto en las carreras tradicionales, así como una nueva oferta académica ajustada a las demandas laborales actuales. Es fundamental ofrecer a los jóvenes la información necesaria, apoyo y orientación para que tomen la mejor decisión, pues esta conlleva su futuro profesional y muy seguramente su realización personal”, opina Andrade.

El experto añade que, en los próximos años, incrementaría la demanda en el ámbito de la tecnología como la ingeniería de software o informática, así como la mecatrónica y robótica, e incluso el marketing enfocado en lo digital y medio ambiente.

León concuerda y menciona que el mercado demanda contenido específico. “Seguramente generará la necesidad de formación con nuevos enfoques. Una deuda pendiente en nuestro país es la relación con la educación técnica, el Estado debe proporcionar oferta académica para quienes no puedan o no quieran una carrera universitaria (muchas de ellas saturadas), que permitan su acceso masivo a la educación superior y a la especialización, a la formación de mano de obra calificada; cuestiones claves para el desarrollo transversal del país”, asegura León. (I)

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