El número de visitantes extranjeros que arribaron al país entre enero y agosto de este 2023 fue de 962.648. Es un 29,7 % más que en 2022, pero aún no se llega a los recibidos en 2019, antes de la pandemia, cuando en ese mismo periodo ya habían ingresado 1′562.962, según las cifras del Ministerio de Turismo.

La inseguridad, la violencia exacerbada, la inestabilidad política y la crisis económica empañan la imagen del país en el exterior, lo que provoca que los extranjeros suspendan los viajes hacia Ecuador, aseguran los actores del sector.

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La erupción del Cotopaxi, uno de los atractivos principales de la Sierra en la rama del montañismo, también perjudica, ya que el acceso está limitado. Otro circuito turístico insigne que no está operativo es el de la ruta del tren de la Nariz del Diablo, en el cantón Alausí de la provincia de Chimborazo.

La falta de acceso a ambos atractivos pasa factura al turismo en la región Sierra, dice Rafael Martínez, presidente de la Asociación Nacional de Operadores de Turismo Receptivo del Ecuador (Optur): “El turismo hacia Otavalo (en la provincia de Imbabura) ha bajado bastante. Hay ‘vacunadores’, por lo que los negocios cierran temprano. Han entrado a los hoteles para asaltar. Hay destinos cerrados por el miedo”.

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Esmeraldas tiene atractivos costeros que hoy están subestimados y son poco visitados debido a la imagen de violencia e inseguridad. “Este era el destino de los quiteños, pero han dejado de ir a esos balnearios, la provincia deja de recibir esos ingresos y muchos migran a las grandes ciudades o se dedican a la delincuencia, es un círculo vicioso”, manifiesta Diego Vivero, director de la Confederación de Restaurantes del Ecuador.

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“El ministro de Turismo, Niels Olsen, se ha preocupado por la promoción en el exterior y hay el compromiso de activar una parte de la ruta del tren, la que va de Alausí hasta Huigra o a la Nariz del Diablo, pero aún no se concreta”, dice Martínez.

Solo las rutas del tren, rehabilitadas durante el correísmo, generaban unos 30.000 empleos directos e indirectos, pero ninguna está operativa.

El impacto se evidencia en los restaurantes, añade Vivero, que no pasan del 80 % de las ventas que tenían antes de la pandemia: “Es evidente la mala imagen del país como destino. Mucha gente ahorró durante la pandemia y se ha potenciado España, Francia, Italia, que están abarrotados nuevamente de turistas, incluso sobrepasando los índices promedio de años pasados”.

El nivel delincuencial del país se proyecta hacia el exterior. “Se prefieren países que ofrecen mayores seguridades. Ecuador ha hecho muy mal su tarea de promoción”, acota.

La realización de eventos o convenciones en los hoteles también ha caído. “El Gobierno nacional ha dedicado mucho más esfuerzo al comercio exterior, sin entender que el turismo también lo es porque atrae y genera divisas, crea dinámicas incluso en la población más vulnerable, como el taxista o el vendedor de caramelos. Se ha privilegiado a los productos de exportación que mueven las grandes aerolíneas, el tema de la carga y el movimiento de mercancías”, dice Vivero.

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Las divisas del turismo no superan las conseguidas antes de la pandemia

El 14 de enero de 2022, el presidente Guillermo Lasso firmó el decreto ejecutivo que oficializó la creación de la nueva área protegida en las islas Galápagos. Foto: Archivo Foto: Archivo

Las últimas cifras disponibles del Banco Central del Ecuador indican que el turismo generó 493,3 millones de dólares durante el primer trimestre de este año, un 42,2% más que en 2022, pero tampoco se alcanzan los 521,9 millones de dólares conseguidos en el primer trimestre del año prepandemia (2019).

“El sector del turismo se ha venido abajo. En campaña prometen mucho, pero estando en el poder no cumplen. El expresidente de la República Lenín Moreno (2017-2021) ofreció el tren de la costa, pero todo quedó en propaganda. Lo que sí se hizo fue la liquidación de la Empresa de Ferrocarriles del Ecuador”, asegura Martínez.

Durante 2022 el turismo generó 1.802,6 millones de dólares, aún lejos de los 2.193,4 millones de dólares obtenidos en el 2019.

Es lamentable, agrega, ya que este sector genera múltiples plazas de trabajo en transporte, alojamiento, restaurantes, guías, la venta de artesanías, el folclore y la cultura. “La exportación de rosas da un limitado grupo de empleos; el turismo lo supera”.

Martínez indica que sí se observa desde 2022 una recuperación del número de visitantes extranjeros; sin embargo, las noticias que reflejan violencia e inseguridad provocan que se suspendan los viajes.

“Los operadores extranjeros de Estados Unidos, Inglaterra y Europa han cancelado venir; optan por Perú, Bolivia, Chile y Argentina, incluso ya con los viajes planificados a Ecuador. Esto se organiza por lo general con un año o seis meses de anticipación”.

El 60 % de los extranjeros que tenían previsto venir al país ha suspendido del viaje el periplo que incluía a Ecuador. “Esto es terrible, porque no hay visos de mejoramiento. No solo afecta la inseguridad, sino también la parte política y social; la imagen del país está afectada en el extranjero. Salió en primera plana a nivel mundial el asesinato del candidato presidencial Fernando Villavicencio (el 9 de agosto pasado)”.

La reducción de las tasas Eco Delta (ED) y Potencia Turística (PT), a partir de junio de 2023, ayudó a incentivar el ingreso de visitantes porque se abarataron los pasajes aéreos, coinciden los expertos.

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‘Tenemos que mostrarnos como un país con valor agregado en turismo’

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El alto costo de los insumos y de los alimentos, que requieren los hoteles, encarece los viajes por el país. A ello se suma que la economía nacional está dolarizada por lo que los precios son más altos que en el resto de países de la región.

“Nuestra economía es más costosa que ir a Argentina, Colombia o Perú, por ello es negativo hacer comentarios en redes sociales sobre la violencia. Tenemos que mostrarnos como un país de valor agregado porque difícilmente podemos conseguir ser baratos a esta altura de la dolarización. Los sueldos suben a un ritmo del 7 % u 8 % anual, cuando la inflación es del 2 %, lo que más sube son los alimentos”, dice Vivero.

La competencia es con vecinos que tienen costos de servicios turísticos más baratos con lo que logran atraer más visitantes que Ecuador. “Hay que justificar en los turistas el costo/beneficio. En el caso de la comida es distinguir algo como la frescura, alimentos cosechados en el mismo día, hay temas que lamentablemente el país no ha sabido comunicar bien porque ha estado distraído en apagar incendios, en vez de realmente hacer una promoción más estratégica e inteligente”.

El actual régimen del presidente Guillermo Lasso tenía previsto presentar una nueva marca país durante la semana pasada, pero se pospuso: “El problema es que quizás venga una nueva administración no le guste y cambie. No hay política en turismo a largo plazo, un Ecuador de aquí al 2040”, manifiesta Vivero.

El turista busca un lugar con atractivos que sean seguros. Incluso el proceso migratorio que hay hacia el exterior por parte de ecuatorianos afectados por la crisis económica también empaña la imagen nacional.

“La semana pasada se emitieron unas alertas. El alcalde de New York (Erick Adams) advirtió que muchos ecuatorianos están viajando como turistas y se quedan en Estados Unidos. Entonces, hay una imagen de pobreza, miseria e inseguridad que no deja al país como buen destino”, asevera Martínez.

Los cálculos de Optur muestran que, de cada cien extranjeros que venían, finalmente arriban al país solo cuarenta.

Los actores del sector turismo tienen previsto reunirse con los candidatos a la Presidencia de la República, Luisa González, del correísmo, y Daniel Noboa, del movimiento ADN, durante la semana próxima con el fin de conocer la hoja de ruta que plantean para reactivar al sector.

La playa de Los Frailes es uno de los destinos de la costa continental, al interior del Parque Nacional Machalilla, en la provincia de Manabí.

El turismo es dispersor de prosperidad ya que la ganancia está distribuida

Un total de 1.802,6 millones de dólares generó el turismo durante el año pasado, un 70 % más que en 2021, pero no se llega a los 2.193,4 millones de dólares conseguidos en 2019.

La falta de liquidez de los empresarios, dice Holbach Muñeton, presidente de la Federación Nacional de Cámaras Provinciales de Turismo del Ecuador, ha provocado el abandono de las inversiones. “Hay parques acuáticos en Esmeraldas que no tienen como funcionar, eso más el cierre de negocios y la seguridad coadyuvan en la afectación al turismo”.

Si bien la violencia y los niveles delincuenciales influyen en una recuperación lenta del sector, añade el representante gremial, no es el único factor. “Hay ciudades con mayores tasas de criminalidad que Guayaquil como Acapulco (en México), New Orleans y Baltimore (ambas en Estados Unidos), que ya han superado en la actualidad el número de visitantes que tenían en 2019″.

Guayaquil aparece en el puesto 24 en el listado de las 50 ciudades más violentas del mundo, por debajo de Acapulco (décimo lugar), New Orleans (octavo) y Baltimore (diecisieteavo). (I)