Júnior Baque dejó sus estudios en la educación general básica en octubre del año pasado cuando abandonó a su madre que lo había llevado a vivir al cantón Borbón, en el extremo norte de la provincia de Esmeraldas. Tenía 16 años y pretendía pasar a primero de bachillerato. “Me fui de la casa de mi mamá, ya estaba a punto de marcar examen, como es así brava me hizo dar rabia, no podía vivir con ella, no nos entendíamos bien”.