A pesar de la “curuchupada religiosa” que detecta Manuela Picq en la sociedad ecuatoriana, la académica siente que Ecuador es un país diverso donde hay “muchas maneras de ser”. Dice sentirse feliz viviendo en esta nación.
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La activista ambiental y académica cuenta sus arrepentimientos, su análisis de la izquierda ecuatoriana, su relación con Yaku Pérez y lo que la hace sonrojar.
A pesar de la “curuchupada religiosa” que detecta Manuela Picq en la sociedad ecuatoriana, la académica siente que Ecuador es un país diverso donde hay “muchas maneras de ser”. Dice sentirse feliz viviendo en esta nación.
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Las familias llegan de diferentes cantones para atenderse en el albergue.
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Al abrir la primera de dos cajas se encontró con dos brazos humanos y cuatro dedos sobre hielo y llamó al 911 de inmediato.