Por seguridad, los llamaremos Viviana y José. Ellos son una pareja mayor a los 50 años que poseen un bazar en un sector en el norte de Guayaquil y que cuando se percataron de la presencia de este equipo periodístico se pusieron “alertas”.

Pero, esa impresión cambió cuando verificaron por la credencial que en realidad se trató de la presencia de una periodista y no de un “vacunador”. “Usted sabe cómo está la situación y ya se desconfía de todo”, decía Viviana, quien a la par estaba sacando fotocopias y vendiendo unas fundas de regalo.

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En este bazar también ofrecen el servicio de transferir dinero y recibir depósitos a través de cuatro Corresponsales No Bancarios (CNB) que poseen. Estos son del Banco Guayaquil llamado ‘Banco del Barrio’; Banco Pichincha con ‘Mi Vecino’, Banco Pacífico con ‘Tu banco aquí' y Banco Produbanco con ‘PagoÁgil’.

Estos CNB son canales donde las entidades financieras prestan sus servicios a través de establecimientos como tienda, panadería y bazar como el que posee esta pareja, que está preocupada y asustada por los frecuentes robos en el sector.

“Esto está difícil, a diario hay asaltos, los que andan a moto, a pie, andamos alertas. No podemos estar tranquilos. Ocurre a las 08:00, 09:00, 15:00. Nosotros cerramos a las 18:00 porque la inseguridad no permite seguir trabajando”, cuenta Viviana, que antes atendían hasta las 19:30.

Afortunadamente no han llegado “vacunadores” a su negocio, pero lamenta que sus vecinos hayan sido extorsionados al punto de cerrar. “El momento que se nos vuelva más inseguro cerramos el negocio y el CNB. No vamos a trabajar para los vacunadores”, afirma Viviana, quien en cada momento se asomaba y miraba a los lados.

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En ese establecimiento reciben depósitos mínimos de $ 1 y máximo de $ 450, lo mismo para retirar. Se hacen giros, se pagan servicios básicos y tarjetas de crédito. José asegura que el negocio es su única fuente de ingreso y cuando ven algo sospechoso llaman a la policía.

Ellos poseen cámaras, alarma y rejas gruesas, pero aún así se sienten expuestos. Cuando un cliente va a depositar o recibir una cantidad mayor a los $ 100, los esposos se ayudan entre ellos. Uno atiende y el otro se mantiene vigilante.

En cambio, Joaquín (nombre protegido), que tiene una farmacia en la ciudadela Sopeña, en el sur de Guayaquil, ha decidido colocar un valor mínimo de retiro y depósito diario de $ 150 por persona. Rubro que ha acordado con la entidad bancaria que tiene un CNB en su negocio, puesto que la cantidad debería ser mayor.

“Si vienen a retirar $ 200, prefiero no hacerlo porque con tanto billete y contar es muy notorio”, indica Joaquín, quien ha visto robos a mano armada y en moto en esa principal. Sí ha escuchado de vacunadores y entre risas dice que espera nunca conocerlos.

Según la Asociación de Bancos Privados del Ecuador (Asobanca), en 2022 hubo 7,4 millones de usuarios de corresponsales no bancarios, un 46,7 % más que en el periodo de prepandemia. Sin embargo, la ventanilla es el canal que continúa liderando con 9,5 millones de usuarios.

En cuanto a transacciones, de las 929 millones generales en 2022, solo en los CNB se efectuaron 178 millones, lo que corresponde el 19,2 %. En 2021 fueron 149 millones; en 2020, 106 millones y en 2019 se realizaron 113 millones de operaciones. Cada año han aumentado.

No obstante, el monto en estos CNB son muy inferiores a los ejecutados en otras vías. Puesto que del total transaccionado en 2022, que fue de $ 342.777 millones, solo el 3,6 % es de CNB, que equivale a $ 12.339. Y en 2021 fue de $ 9.978.

Y es importante que siga siendo bajo el valor, menciona Alonso Marín, economista y máster en administración de empresas, para que no sea un punto focal de la delincuencia y mantenga su servicio.

“Los CNB deben seguir manejando su perfil de bajo movimiento de dinero para evitar ser víctimas de la delincuencia. Eso es lo mejor que se puede hacer por la seguridad de ellos. Para transacciones de montos elevados de dinero deben usarse otros canales físicos y electrónicos”, considera Marín.

Y es que los asaltos a los CNB ya se han dado lastimosamente. Por ejemplo, los propietarios de negocios donde funciona Mi Vecino de Banco Pichincha han reportado algunos hechos delictivos principalmente en Manta, Portoviejo, Quevedo, Babahoyo y Guayaquil. Esta entidad posee 8.220 CNB.

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“En colaboración con las autoridades nacionales hemos realizado capacitaciones en seguridad para los CNB Mi Vecino con el fin de adoptar medidas que ayuden a disminuir los incidentes delictivos en estas dependencias. Además, los CNB han debido modificar sus horarios de atención, según la zona de su ubicación”, explica José Jervis, vicepresidente de Banca Relacional, Banco Pichincha.

En Banco del Pacífico con su servicio Tu Banco Aquí han registrado intentos de retiros no autorizados de falsificación de documentos en los CNB. “Tanto la parte comercial como el equipo de fraude se encargan de fomentar la educación al cliente y al detallista que opera en el CNB”, dice Andrea Quintero, gerenta nacional de Seguridad Bancaria de Banco del Pacífico.

En el caso de Banco Produbanco con PagoÁgil ventajosamente no han tenido ninguna vulneración. Pero, sí ataques puntuales al sistema general. “Nosotros tuvimos un ataque muy puntual porque nuestros sistemas preventivos detectaron y direccionamos a la Policía, con lo cual tenemos mucha interacción, nos dio soporte”, explica Xavier Guerrero gerente administrativo y seguridad de Produbanco, entidad que posee 661 CNB a nivel nacional.

Héctor Tapia, custodio de Bienes Giovamar, recomienda practicar todo tipo de media preventiva en los CNB. “Tenemos que ser conscientes de que estamos en una etapa terrible. Hay que mejorar la seguridad física con buenas puertas, cerraduras, tener cámaras, alarmas. En la parte de procesos, el manejo de su capital no tener mucho dinero en el establecimiento y hasta establecer una política de atención a clientes, de atender a puerta cerrada. Y establecer horarios”, opina Tapia.

El experto menciona que los propietarios de tiendas, farmacias o bazar deben estar conscientes de que el tener un CNB en su espacio es como cualquier negocio. “Están expuestos, tienen sus riesgos, entonces todo lo que se haga a favor de la seguridad es válido. Y eso ayudará a que disminuya la presencia de los delincuentes”, dice Tapia. (I)