Más de cincuenta años han pasado desde que Estados Unidos y Rusia eran los únicos países que competían en la carrera espacial. Actualmente hay varios proyectos que están en marcha en algunos países, como India y China, y que toman como principal interés a la Luna.

Pero eso no significa que Estados Unidos y Rusia se quedaron fuera de la carrera hacia la Luna. De hecho, la Agencia Espacial Rusa Roscocosmos acabó de inaugurar la misión Luna 25, con el lanzamiento de un módulo de aterrizaje el pasado 10 de agosto, a pesar del notorio fracaso de la misión rusa Luna-25, que se estrelló este domingo contra el satélite natural de la Tierra.

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El artefacto ruso que busca alunizar en el satélite terrestre, específicamente en su polo sur, donde se cree que abunda el hielo de agua, se estrelló, pero el director general de Roscosmos, Yuri Borísov, ya expresó su confianza en que “la misiones Luna 26, 27 y 28 sean exitosas”.

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Según Borísov, pese al fracaso de la misión, los especialistas rusos han adquirido una experiencia incalculable y han logrado realizar algunos experimentos científicos.

Luna 25 no tenía tripulantes y estaba equipado con ocho instrumentos científicos seleccionados para la misión. Pretendía quedarse un año en la Luna.

Tass, la agencia estatal de noticias de Rusia, compartió las declaraciones de Yuri Borisov, el director de Roscocosmos: “Los objetivos de esta misión son de naturaleza totalmente pacífica”.

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Además de Rusia, otro país que mantiene un proyecto espacial es India. Este país lanzó una sonda llamada Chandrayaan 3 el 14 de julio, y se espera que llegue entre el 23 y 24 de agosto al polo sur lunar.

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Los intereses de India son los mismos que de Rusia: buscar el hielo de agua que serviría para obtener oxígeno o propelente para cohetes. En el polo sur del satélite también encontrarían zonas que reciben luz solar casi ininterrupidamente, lo que sería fuente de energía para futuras misiones.

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De acuerdo al portal de Wired, la Luna-25 de Rusia se estacionará cerca del cráter “Boguslavsky” y se alimentará tanto de energía solar como de su generador termoeléctrico de radioisótopos.

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El Chandrayaan 3, en cambio, tiene un módulo de aterrizaje llamado “Vikram” y un pequeño rover conocido como “Pragyan” y solo funcionará por aproximadamente dos semanas. La agencia espacial de India explicó que el objetivo de la misión es “de desarrollar y demostrar nuevas tecnologías necesarias para misiones interplanetarias”.

Mientras Rusia e India compiten, Estados Unidos y China tienen en la mira al satélite para establecer bases y empezar la exploración del espacio, pero no con robots sino con seres humanos.

Aunque todavía se trata de planes, se estima que la misión tripulada de China llegue a la Luna en el 2027. La fecha supone un adelanto con respecto a las últimas previsiones públicas de China: en noviembre del año pasado, uno de los ingenieros del programa espacial, Ye Peijian, había declarado que la llegada de astronautas chinos a la Luna hacia 2030 sería “completamente posible”.

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Estados Unidos lanzaría en el 2024 la primera prueba tripulada de la cápsula espacial Orion, la misión Artemis 2. Los tripulantes viajarán hasta la Luna, le darán la vuelta y regresarán a la Tierra en unos diez días. (I)