Las autoridades chinas impusieron un confinamiento a unas 600 mil personas en la Zona Económica del Aeropuerto de Zhengzhou, donde se encuentra el gigante tecnológico taiwanés Foxconn, la mayor fábrica del mundo de teléfonos iPhone, después de que decenas de trabajadores huyeran por un brote de COVID-19 en la planta y el temor a las restricciones.