El presidente de Corea del Norte, Kim Jong-un, salió de su país por primera vez en casi cuatro años para reunirse con Vladimir Putin, el mandatario de Rusia. Se encontraron en el cosmódromo de Vostochni, en la región siberiana de Amur.

En la cumbre que tuvieron los dirigentes, ambos reafirmaron la necesidad de cooperar y reforzar sus relaciones.

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Rusia se ha alzado en una lucha sagrada para defender su soberanía estatal y proteger su seguridad frente a las fuerzas hegemónicas que se oponen a ella”, dijo Kim Jong-un al inicio de la reunión. “Hemos apoyado siempre ―y apoyamos― todas las decisiones del presidente Putin y del Gobierno ruso. Espero que estemos siempre juntos en la lucha contra el imperialismo y por la construcción de un Estado soberano”, agregó el líder norcoreano.

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Putin, en cambio, dio un brindis “por el futuro fortalecimiento de la cooperación y la amistad” entre sus países, reiterando las razones de su reunión.

El presidente ruso, Vladimir Putin, le da la mano al líder norcoreano, Kim Jong Un, durante su reunión en el cosmódromo de Vostochni. Foto: EFE/EPA/VLADIMIR SMIRNOV/SPUTNIK/KREMLIN POOL

Aunque el resto de la conversación entre Vladimir Putin y Kim Jong-un fue privada, el presidente ruso había expresado que discutirían “todos los temas”, cuando le preguntaron si llegarían a un acuerdo sobre armas.

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Luego, en una entrevista con el canal Rossiya 1, Putin dio a entender que pudo haber llegado a un acuerdo armamentístico con Kim Jong-un, a pesar de las restricciones que ambos países tienen.

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“Permítame recordarle que el Consejo de Seguridad de la ONU impuso restricciones a la importación de armas y municiones por Corea del Norte, pero no vi nada sobre una prohibición a que exporte, por ejemplo, proyectiles de 152 mm”, dijo el presidente ruso.

También insinuó que Rusia ayudaría a Corea del Norte a construir satélites, pues según Putin, Kim “tiene un gran interés por la ingeniería espacial; también intentan desarrollar el espacio”.

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Corea del Norte ya ha empezado con la construcción de satélites de reconocimiento militar, pero no han podido lanzarlos a órbita, y probablemente el presidente espere asistencia de Rusia.

A Kim Jong-un también le interesaría recibir ayuda humanitaria, como en suministros energéticos y alimentarios.

La preocupación de Estados Unidos

El 11 de septiembre, un portavoz del Departamento de Estado de Estados Unidos advirtió a Corea del Norte que darle armamento a Rusia podría significar más sanciones.

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“Por supuesto, hemos aplicado agresivamente nuestras sanciones contra entidades que financian el esfuerzo bélico de Rusia, y continuaremos aplicando esas sanciones y no dudaremos en imponer nuevas sanciones apropiadamente”, dijo el portavoz Matthew Miller.

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Estados Unidos ha acusado a Corea del Norte de proporcionar armas a Rusia, incluida la venta de proyectiles de artillería al grupo mercenario ruso Wagner. Los funcionarios rusos y norcoreanos niegan tales afirmaciones.

“Recordaré a ambos países que cualquier transferencia de armas de Corea del Norte a Rusia violaría múltiples resoluciones del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas”, expresó Miller a la prensa.

Además, previno que Estados Unidos estaría pendiente de lo que sucediera en la reunión antes de especular. (I)