Este miércoles se realizaría una reunión extraordinaria de la Organización de los Estados Americanos (OEA) para tratar la conflictividad política en Venezuela, acaecida por los resultados de las elecciones presidenciales en los que se proclamó a Nicolás Maduro Moros como mandatario reelecto con un 51, 2 % frente a Edmundo González Urrutia, el candidato de la plataforma de oposición Unitaria Democrática (PUD) con el 44,2 %, según el boletín del Consejo Nacional Electoral (CNE), afín al régimen ‘chavista’.
Este martes, 30 de julio de 2024, la OEA divulgó un informe preliminar del sufragio producido el 28 de julio último, que recoge una serie de hechos que reflejarían falta de transparencia en los procesos por lo que «no merecen confianza ni deberían recibir reconocimiento democrático».
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El análisis detalla que hay alrededor de 5 millones de venezolanos migrantes, de los que apenas 70.000 fueron habilitados a votar en el exterior, sobre una papeleta electoral en la que Nicolás Maduro aparecía en trece de 38 casilleros, tomando en cuenta que cada casilla representa a todas las organizaciones que respaldan una candidatura.
Uno de esos migrantes es Luis Magallanes Cisneros, coordinador del partido Voluntad Popular en Ecuador, residente en Quito, quien exalta la postura de sus compatriotas que están protestando en contra de Maduro, a quien le hace un llamado a la cordura y a entregar el poder. Aspira a que la OEA y la comunidad internacional sean la vía que impulse un cambio en su país, cuya primera acción sea la reunificación familiar.
Han pasado tres días de la elección y los resultados son cuestionados. ¿Cómo están procesando lo que ocurre en su país?
En Venezuela se ha cometido un delito electoral, al distorsionar los números del escrutinio del domingo 28 de julio. Nicolás Maduro y el señor Elvis Amoroso (presidente del CNE) se convierten en delincuentes electorales que voltearon la voluntad del pueblo venezolano que masivamente salió a votar. Nuestra líder, María Corina Machado, junto a Edmundo González alcanzaron el 73 % de votación, lo cual nos da más de 6 millones de votos con las actas que entregó el CNE a los testigos (delegados de organizaciones políticas). Hemos podido computar este monto y Nicolás Maduro llegaría a 2′700.000 votos. Con ello, el 27 % de las actas que faltan, así las tuviese totalmente Maduro, no pudiese ganarle a Edmundo González. Esto hace una tendencia irreversible y convierte a Edmundo González en presidente electo de Venezuela. Estamos alzando nuestra voz de protesta y articulando con distintos organismos ecuatorianos como la Asamblea Nacional y el presidente de la República, Daniel Noboa, para que se pronuncien. Y seguiremos trabajando para visibilizar la lucha de nuestros hermanos que están en Venezuela y que espontáneamente están saliendo a las calles a defender el resultado electoral real de las elecciones del 28 de julio.
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¿Cómo se pueden revertir los resultados electorales, una vez que el CNE proclamó a Nicolás Maduro presidente de Venezuela?
Nicolás Maduro puede autoproclamarse, pero el mundo y Venezuela no lo quieren. Tememos que si Maduro no asume el rol de aceptar los resultados electorales, pudiese terminar como Saddam Hussein (expresidente de Irak) y nosotros no vamos a poder contener la furia de un pueblo que salió a votar y que hoy, lamentablemente, su voluntad no se está respetando. Llamamos a la cordura del presidente saliente Maduro para que entregue el poder, porque el pueblo sabe cómo resolver estos problemas. Cuando el río suena es porque piedras trae.
Mañana habrá un debate regional en la OEA, ¿qué expectativas hay en la comunidad venezolana?
Creemos que en la OEA se va a ratificar lo que han dicho otros organismos internacionales: que Nicolás Maduro no respetó el resultado electoral real. Sabemos que Celso Amorim, canciller de Brasil, se ha reunido con Maduro y ha dicho que va a entregar las actas. Pero en la realidad han pasado más de 72 horas y el CNE no las publica.
¿Confía en que en el seno de la OEA pueda tomarse una resolución que impulse a Maduro a adoptar una postura distinta?
No podemos poner todas las cartas sobre un organismo, pero esperamos que cada uno haga su parte. En este caso, la OEA emitirá un pronunciamiento y cada persona que está en la calle también está haciendo lo suyo, porque Maduro no goza de legitimidad de origen, no goza de acompañamiento internacional y está perdiendo el apoyo de las Fuerzas Armadas, de los mandos medios. Hoy están cuestionando la legitimidad de sus elecciones.
¿Qué sabe de su familia, de sus amigos, cómo la están pasando?
Recibí una llamada de mi madre… Sabemos que ganamos las elecciones, pero sus primeras palabras fueron: ‘mijo, no puedes regresar a Venezuela’. El sentimiento es complicado de describir porque los que están luchando ahora en Venezuela tienen una generación de frustración, por todas las medidas económicas que el régimen ha tomado; y también hay frustración porque las familias pensaban que se venía la reunificación al ganar Edmundo González. Esto ha sido truncado por una actuación irregular en un proceso electoral en donde ganó la oposición. Ahora denunciamos la detención del coordinador nacional del partido Voluntad Popular, Freddy Superlano, que acaba de ser secuestrado por un régimen moribundo al que le quedan pocas horas y pocos días en el poder. El pueblo venezolano le hace un llamado a Nicolás Maduro a entregar el poder por las buenas, el pueblo es sabio y sabrá tomar las medidas necesarias para hacer respetar su voluntad.
También, la Fiscalía de su país acusó a María Corina Machado y Leopoldo López de afectar el escrutinio a través de un hackeo.
Quien va ganando no tranca el juego. El fiscal general, Tarek William Saab, es un alcahuete de esto y hacemos un llamado a la Corte Penal Internacional (Corte de La Haya de la Organización de las Naciones Unidas) a levantar un procedimiento en contra de este señor y de quienes han cometido el fraude, para revertir esta situación lo antes posible. Estamos gestionando por todas las vías para revertir esta pretensión de hacer creer algo que no ha ocurrido, porque fue la oposición la que ganó y tenemos un presidente electo con actas en mano, con actas que emitió el mismo organismo electoral, pero que hoy desconoce. (I)
