Debido a amenazas contra su vida, el asambleísta reelecto por Guayas Ferdinan Álvarez, exintegrante del movimiento Revolución Ciudadana (RC), habría sido incluido en el programa de víctimas y testigos de la Fiscalía, según una nota publicada por Teleamazonas.

Álvarez se separó del movimiento político por sus diferencias con el exvicepresidente de la República Jorge Glas. Las discrepancias surgieron por la relación sentimental que tiene el asambleísta con Soledad Padilla, exasesora de Glas.

La situación se hizo pública por audios que circularon en redes sociales de llamadas telefónicas grabadas que comprometen a los tres y a otros miembros de la Revolución Ciudadana.

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Esto ha derivado en un cruce de acusaciones y denuncias penales; Padilla denunció a Glas por intimidación, mientras que él la denunció por extorsión. En tanto, el asambleísta electo responsabilizó al exvicepresidente por lo que pudiera pasar con su integridad, la de su pareja y las familias de ambos.

El miércoles 25 de octubre, Ferdinan Álvarez debía recibir su credencial como legislador, en un evento organizado en Guayaquil por el Consejo Nacional Electoral (CNE); sin embargo, no asistió.

En entrevista con Teleamazonas, el asambleísta explicó que no se presentó porque tenía conocimiento de que “cierta militancia” había sido organizada para que atentaran físicamente contra él durante el acto. “Por precautelar mi vida preferí no acudir”, afirmó.

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Contó que recibió una llamada telefónica intimidante desde Colombia, en la que cual se le puso precio a su cabeza, aseguró.

Según la nota periodística, las amenazas fueron puestas en conocimiento de la Fiscalía, entidad que ya tiene en su poder el teléfono celular de Soledad Padilla.

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Álvarez reconoció que existen más grabaciones que también fueron entregadas al Ministerio Público.

El miércoles, Jorge Glas acudió a rendir su versión en la Fiscalía, en Quito, como parte de la denuncia que interpuso contra su excolaboradora. El exvicepresidente acusa a su exempleada de pretender extorsionarlo, exigiéndole $ 350.000 a cambio de los audios y de no denunciarlo.

Al respecto, el legislador, ahora independiente, rechazó las afirmaciones de Glas y lo retó a presentar pruebas. (I)