Para el consultor especialista en inversiones de Corporación de Promoción de Exportaciones e Inversiones (Corpei), Eric Vinueza, la propuesta gubernamental que plantea que el Estado ecuatoriano reconozca el arbitraje internacional como método para solucionar controversias en materia de inversión, contractuales o comerciales, es una iniciativa “válida” que si va acompañada con los instrumentos de política pública, puede ser “muy beneficiosa” para el país en el corto, mediano o largo plazo.

¿Considera que el planteamiento del presidente Daniel Noboa en la pregunta D propone inversión extranjera garantizando la seguridad jurídica para las partes?

Garantizar es una palabra muy fuerte. Hay que tomar en cuenta que el arbitraje internacional es un instrumento, es una vía, que lo que hace es ponerle la mano a un tercero imparcial que resuelva algún conflicto entre las partes. Si se toma bajo esa visión se podría indicar que hay una cierta garantía, que hay una seguridad en las inversiones; ya que no va a ser el mismo Estado, como parte interesada en la disputa, quien tenga el resultado respecto a cualquier tipo de inquietud o problema.

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¿Que una empresa pueda optar por este instrumento del arbitraje internacional fortalece la misión del Estado de promover la inversión extranjera?

Es correcto. Hay que recordar también de que actualmente existen instrumentos como los contratos de inversión para aquellos que superan los $ 10 millones que les permite acceder a arbitraje internacional. No obstante, efectivamente esto ayuda mucho a las empresas para que le den la seguridad jurídica necesaria.

¿Cuáles son los principales beneficios para el Ecuador si la iniciativa del Gobierno es contestada afirmativamente?

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El principal beneficio es la visibilidad externa del Ecuador hacia un gobierno proinversión, es decir, es un mensaje fuerte al mundo en el cual el país con todos los desafíos que tiene da una visión para que el mundo entienda que las inversiones en el país van a ser protegidas, por así decirlo, y en el caso de que haya una disputa no va a ser el mismo país quien tenga la última palabra, sino que va a haber un tercero imparcial que la tenga.

Si gana el sí en esta pregunta, ¿cuándo estima que se verá reflejada y volverá la confianza de los inversionistas?

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Eso es como tener una bola de cristal y poder responder. Hay que tener en cuenta que ya el Ecuador tiene una taza muy baja de atracción de inversiones si la comparamos con nuestros vecinos. El año pasado se estima que el Ecuador de todo lo que llegó a Sudamérica que fueron alrededor de $ 150.000 millones, solo el 0,3 %, casi $ 500 millones, es lo que pudo captar de todo ee flujo de inversiones. Adicionalmente, si tomamos los últimos diez años, creo que solamente dos años ha superado los $ 1.000 millones en inversión extranjera directa. Con ese antecedente, yo podría decir que el sí en esta pregunta daría una visibilidad positiva al mercado extranjero respecto a la forma como el Ecuador espera manejar la inversión extranjera directa y los contratos con las empresas privadas. No obstante, el real reflejo del resultado va a depender no solamente de este instrumento, sino de distintos otros instrumentos, como temas de seguridad jurídica, estabilidad de gobierno, seguridad para poder operar y realizar operaciones comerciales, empresariales, en el país.

¿El rompimiento de relaciones diplomáticas entre México y Ecuador puede generar alguna afectación al país en su búsqueda de inversión extranjera?

Hay que recordar que el pensamiento de la empresa privada es primero ver los números que estén en azul, que haya un modelo de negocio exitoso desde el punto de vista comercial, y de ahí comienza a analizar los desafíos en temas normativos y de coyuntura que tiene el país. Ciertamente en el momento de analizar la coyuntura que vive un país se analizan también estos tipos de temas (la irrupción de la fuerza policial ecuatoriana en la embajada mexicana para arrestar a Jorge Glas, exvicepresidente procesado por corrupción y quien había pedido asilo político a México) que saltan a la luz. En la práctica las inversiones no se hacen de un día para el otro; mínimo toma un año o dos años en que una inversión desde que comienza a estructurarse hasta que aterriza en el país se consolide. Adicionalmente, hay que tomar en cuenta que las grandes multilatinas cuando piensan realizar una inversión y tienen distintos tipos de operaciones en países, lo que hacen es pedir por cada país proyectos, lo arman en un portafolio, y lo que revisan es cuál de estos proyectos es más rentable. Y después comienzan a castigar la tasa de retorno, dado que la coyuntura adversa vuelve más riesgoso el proyecto y, por ende, se le exige un retorno más interesante por acceder a un mayor riesgo.

Entonces, ¿está de acuerdo con la iniciativa del Gobierno nacional?

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Personalmente, sí. Es una iniciativa válida. Es una iniciativa que, acompañada con los instrumentos de política pública, puede ser muy beneficiosa para el país tanto en el corto, mediano o largo plazo. (I)