La controversia entre el Ejecutivo y la Asamblea Nacional se ha enredado, entre otros, en señalamientos de conspiraciones, epítetos de lado y lado, la situación de la vicepresidenta Verónica Abad, la comisión que revisará el informe a la nación y la comisión que investigará si existen irregularidades en la administración pública, el reportaje sobre el presidente Daniel Noboa en la revista The New Yorker y, lo más reciente, la afirmación del oficialismo de que las bancadas opositoras -PSC, RC y Construye- tendrían un plan para declarar loco al mandatario y sacarlo del poder.

La contienda que cada semana parece estrenar un nuevo capítulo, si bien aborda temas que no son de menor importancia para el país, no sintoniza con los asuntos que más preocupan a la mayoría de la población, reflejan estudios de opinión y analistas consultados por este Diario.

Lo que más inquieta a los ecuatorianos es la inseguridad (45,2 %), el desempleo (9,5 %), la situación económica (7,3 %) y la corrupción (8,1 %), de acuerdo con una encuesta de Cedatos levantada entre el 1 y 5 de junio.

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De igual manera, un informe de la firma Click Reporte, también publicado en junio, señala que los mayores problemas personales de los ciudadanos son: delincuencia (21,97 %), desempleo (24,34 %), deudas (13,68 %), crisis económica (9,21 %), acceso a la salud (12,50 %), problemas familiares (10,13 %), acceso a la educación (7,37 %) y migración (0,79 %).

En redes sociales, las conversaciones de los usuarios en Ecuador giran en torno a la seguridad, cortes de luz, subsidios a los combustibles, empleo, educación (peleas, sicariatos, robos, entre otros, en instituciones educativas de la Costa) y la crisis en el sector de la salud; las cuestiones políticas no están dentro de los temas más relevantes, según dos mediciones de opinión digital hechas el 14 y 20 de junio por la firma especializada Golden Company.

María Eugenia Molina, experta en comunicación en crisis, observó que los poderes Ejecutivo y Legislativo, al parecer, “no comparten las preocupaciones de la gente”; por ello, han enfocado la discusión en otros aspectos. “Hay una desconexión”, comentó la analista.

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Por su parte, Alan Pozo, sociólogo y especialista en análisis digital, mencionó que al analizar comentarios y opiniones de usuarios de internet se concluye que muchos ciudadanos no se sienten identificados con los políticos, porque consideran que sus necesidades no están siendo atendidas por ellos. Los ven distantes.

“Una de las críticas grandes que se da entre los usuarios es que los políticos mantienen una línea partidista para intereses propios”, describió el sociólogo. Y agregó que “la discusión Ejecutivo-Legislativo se encierra dentro del sistema político y las necesidades que se están dando alrededor de la ciudadanía no tienen una vinculación directa”.

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Discordia política, inundaciones, subsidios y apagones

Las dos últimas semanas el pleito Ejecutivo-Legislativo estuvo atravesado por la negación de la mayoría de la Asamblea Nacional para que se levante la inmunidad a Verónica Abad y sea juzgada en el caso Nene. Frente a ello, Carondelet acusó al Partido Social Cristiano (PSC), a la Revolución Ciudadana (RC) y a Construye de haber formado un “sucio pacto político” para salvar a la vicepresidenta.

Luego, el lunes 17 de junio se publicó el reportaje sobre Daniel Noboa en The New Yorker, que generó diversas reacciones en la esfera política del país por las expresiones del presidente de la República y la forma como el mandatario fue retratado por el periodista estadounidense John Lee Anderson.

De aquella publicación, el jueves la mayoría legislativa con votos del PSC, RC, Construye y Pachakutik aprobaron dos resoluciones: una fue un exhorto a Noboa para que se abstuviera de hacer comentarios personales desatinados; y la otra fue la creación de una comisión ocasional que investigará “irregularidades y corrupción” en el Gobierno.

De esas resoluciones surgió la teoría de la bancada oficialista, Acción Democrática Nacional (ADN), que es respaldada por el Ejecutivo, sobre que “la troncha dentro del pleno de la Asamblea” quiere declarar “loco” al presidente de la República por una supuesta inhabilidad mental. Daniel Noboa hizo eco de la presunción de que “la vieja política” quiere declararlo “loco”.

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La oposición no tardó en negar la existencia de un pacto y las presuntas pretensiones de inhabilitar al presidente por su estado mental.

De manera paralela, en el transcurso de estos días ocurrieron deslizamientos e inundaciones debido a las fuertes lluvias, provocando la muerte de 18 personas en las provincias de la Sierra centro.

El martes 18 de junio, el Gobierno anunció el levantamiento de los subsidios a los combustibles y los nuevos precios que regirán desde finales de mes para las gasolinas extra y ecopaís.

El miércoles el país sufrió un apagón de energía generalizado por una falla en la línea de transmisión. Y los cortes de luz volvieron en varias ciudades, algunos sin previo anuncio.

Entre distractores y apatía política

A decir de María Eugenia Molina la teoría de declarar loco al presidente “es un elemento distractor”, para desviar la discusión del reportaje de la revista estadounidense, así como del anuncio de la eliminación de subsidios, los cortes de luz, entre otros.

No obstante, la experta precisó que la popularidad de Noboa, si bien ha bajado, no se ha hundido, aun cuando la inseguridad sigue golpeando, subió el IVA, hay problemas de abastecimiento de energía y se eliminarán los subsidios a las gasolinas.

Molina considera que esto podría responder a que también de parte de la ciudadanía hay un desencanto, falta de interés con lo que está pasando en la política, por el cansancio de ir a las urnas de manera frecuente, sin que existan mejoras sustanciales en el país. (I)