Asegurando que su proyecto para gobernar el país originalmente estaba pensado para el 2025, pero que las circunstancias políticas y la crisis lo hicieron tomar la decisión de candidatizarse este 2023, el exvicepresidente Otto Sonnenholzner participó en los comicios del 20 de agosto y aunque siempre se mostró seguro de estar en sintonía con electorado, no alcanzó los votos para llegar a Carondelet.

Según los resultados preliminares oficiales, el candidato de la alianza Actuemos (listas 8-23) se ubica quinto, entre los ocho aspirantes, y alcanzó un poco más del 7 % de los votos. Expertos electorales mencionan que si bien comenzó la campaña como uno de los candidatos más fuertes, su “tibieza y neutralidad” frente a ciertos temas y el crimen de Fernando Villavicencio le jugaron en contra ya que terminó por mover los votos de la propia centroderecha.

Lolo Echeverría, analista político, considera que el exvicepresidente adoptó una actitud demasiado neutra de no confrontar con nadie, de no pelearse con nadie, de no comprometerse con nada y que su candidatura pasó sin incursionar en problemas y pensando que iba a tener el voto de todos los que temían el retorno del correísmo.

Publicidad

“Otros candidatos tomaron otras actitudes más firmes y fueron mejorando y escalando en el transcurso de la campaña. Lo debilitó la propia conducta del candidato”, dice.

Con Echeverría coincide Belén Espinel, analista y catedrática de la Universidad de las Américas, quien menciona que Sonnenholzner la postura tibia que mostró no lo colocó en ninguna línea de forma fuerte, a diferencia de Jan Topic, que era el candidato de la seguridad.

“Otto cubrió de mejor manera los ejes que podría trabajar, pero lo hizo de manera tibia. No mostraba solidez, no mostraba seguridad, a diferencia incluso de Daniel Noboa, que mire usted fue la sorpresa y está en segunda vuelta y no estaba posicionado hasta antes del debate”, dice.

Publicidad

Otto Sonnenholzner recibió resultados en el Hotel Oro Verde junto a su compañera de fórmula, Érika Paredes. Foto: El Universo

Asimismo, Espinel cree que otro factor que debilitó al candidato es su pasado político y haber sido el vicepresidente de Lenín Moreno, un gobierno que sigue siendo reciente y del que intentó deslindarse, lo que cree que fue una mala estrategia, como ocurrió en el debate, y no tomarlo como una ventaja al tener ya conocimiento de la administración pública.

“La gente no olvida, fue vicepresidente hace muy poco y nos guste o no, fue un Gobierno de decisiones bastante equivocadas que nos dejaron una serie de crisis: las vacunas vip, la inseguridad, eliminar el Ministerio de Justicia y las pocas decisiones que fueron acertadas no se comunicaron bien, comenta.

Publicidad

Mientras para Echeverría, el asesinato de Fernando Villavicencio, el 9 de agosto, hizo que la campaña tenga una disrupción terrible que cambió totalmente el panorama y volteó a todos los datos que hasta ese momento se tenían y entonces empezó una nueva etapa en la campaña, en la que considera “solo Noboa hizo una lectura correcta al ver que el país estaba saturado de peleas y necesitaba propuestas positivas para resolver los problemas del país”.

“Sobre todo los jóvenes fueron en quienes impactó este cambio y se repartieron entre Topic y Noboa. Los jóvenes casi llegan a un 40 % del país y resultaron decisivos. Sonnenholmer no conectó con la juventud”, opina y refiere que el grupo etario que votó por el candidato se debió concentrar entre los mayores de 35 años, que buscaban un candidato del establishment.

Menciona que si Villavicencio no hubiera sido asesinado, Sonnenholzner hubiera tenido un mejor resultado en las urnas y podría haber “peleado el segundo puesto porque el país todavía estaba, hasta ese momento, dividido entre correísmo y anticorreísmo y en ese esquema él tenía lugar”.

Espinel concuerda y dice que los votos que recibió Cristhian Zurita, reemplazo de Villavicencio, fueron de sentimiento de indignación y de cariño, pero sin pensar qué pasaba si el candidato llegaba a pasar a segunda vuelta.

Publicidad

“Lo lógico hubiese sido que al desaparecer la candidatura de Villavicencio, esos votos se movieran hacia Otto, pero el mismo voto de la derecha se movió”, manifiesta y agrega que para pensar en que el candidato busque de nuevo la presidencia en 2025 hay que esperar a ver cómo transcurre el gobierno que se elija el próximo 15 de octubre y también qué rumbo político toma y si termina creando su propio partido para desmarcarse de los políticos tradicionales o conocidos.

Sonnenholzner al reconocer su derrota, el domingo 20 de agosto, deseó éxito a quienes pasaron a segunda vuelta, Noboa y Luisa González, la candidata de Revolución Ciudadana (lista 5) y dijo que seguirá trabajando por el Ecuador. (I)