Si el caso Metástasis se desprendió de mensajes de teléfonos de Leandro Norero (+), el reciente caso Purga tiene como columna vertebral a comunicaciones de Mayra S., imputada en el primer proceso, con servidores judiciales, políticos y personas relacionadas con el crimen organizado, con el fin de planificar, coordinar y ejecutar acciones ilícitas.

En el contenido del teléfono de Mayra S., y en un informe de la Policía Nacional se basó la fiscal general, Diana Salazar, para fundamentar la formulación de cargos por el presunto delito de delincuencia organizada en contra de los doce detenidos en el caso Purga.

Entre los involucrados se encuentran Pablo M., exlegislador del Partido Social Cristiano (PSC), y Fabiola G., expresidenta de la Corte de Justicia de Guayas, a quienes acusó en calidad de autores.

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La audiencia se inició alrededor de las 21:00 del lunes 4 de marzo, el mismo día de la aprehensión de los sospechosos, y se extendió hasta la madrugada del martes 5.

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Ahí la fiscal indicó que la investigación arrancó el 20 de febrero, luego de recibir información que daría cuenta del presunto cometimiento de actos ilícitos por parte de personas con fuero de Corte.

La fiscal apuntó al exlegislador socialcristiano como “líder del grupo criminal”, que controlaba la justicia en Guayas para beneficiarse. Lo acusó, entre otras cosas, de valerse de su cercanía con Fabiola G. y otros jueces para obtener a su favor, de manera fraudulenta, una sentencia en la que el Banco del Pacífico tuvo que pagarle casi 4 millones de dólares, por un proceso que inició con un crédito irregular que involucró a su esposa Mónica A., también detenida.

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En su relato la fiscal Diana Salazar hizo varias revelaciones que se desprenden de las conversaciones de Mayra S., quien era relacionista pública de la Corte de Guayas, en las que se mencionan eventos relacionados con el asesinato del excandidato presidencial Fernando Villavicencio.

Video en redes sociales

En su exposición en la audiencia de formulación de cargos, la fiscal Salazar relata que Daniel Salcedo le pidió a Mayra S. que viralice un video a través de las redes sociales que ella manejaba. Esto habría ocurrido el 10 de agosto; o sea al día siguiente del crimen de Villavicencio.

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Se trata de una grabación en la que aparecen unos hombres vestidos de blanco diciendo: “Ecuador, no se dejen engañar, nosotros somos el GDO Los Lobos, no nos tapamos las caras, nadie habla por nosotros y sí cumplimos con la paz. Aclaramos y rechazamos el asesinato del candidato a la Presidencia Fernando Villavicencio, y dejamos en claro que jamás hemos asesinado a personas del gobierno o civiles, y aclaramos que el video en el que sale un grupo de personas con sus caras tapadas con rifles de asalto haciéndose pasar por miembros de nuestra organización, eso es totalmente falso, queremos que todo el país lo sepa...”.

Con ese video se refutaba a otro que también se habia hecho viral unas horas antes en la que unos hombres encapuchados vestidos de negro decían ser parte de Los Lobos y se atribuían el crimen.

Luego de ver el video que le envió Salcedo, Mayra S. le envió un mensaje: Jajajaja, vea eso, ahora son Lobos.

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Salazar le indicó al juez de la causa que este elemento será considerado, además, en la investigación de los autores intelectuales del asesinato de Villavicencio.

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“¿Cómo así uno de los partícipes de esta estructura criminal tiene conversaciones para tratar de limpiar la imagen de este grupo delictivo Los Lobos?”, cuestionó la fiscal.

En el mismo chat, Mayra S. le ofrece a Salcedo venderle una casa al sur de la ciudad para las operaciones de Los Lobos.

En otro chat relatado por la fiscal, Daniel S. le habría dicho a Mayra S. que Fabiola G. le había escrito para hablar, a lo que ella le respondió que no le responda porque “lo único que quiere es sacarle plata”. (I)