Para empezar, su ubicación geográfica. La provincia de Los Ríos se encuentra en el centro del mapa ecuatoriano y limita con cinco provincias, dos de ellas costeras, que representan para el narcotráfico una posición estratégica: Al noroeste, Manabí; al norte, Santo Domingo de los Tsáchilas; al noreste, Cotopaxi; al este, Bolívar; al sur, Guayas.

Tiene una extensión de 6.254 kilómetros cuadrados, utilizada en el 55% para la agricultura, en la que predominan vastas plantaciones de cacao, arroz y, especialmente, banano, que representa el 49% de la producción nacional y a las que se llega con dificultad.

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Las plantaciones, fincas o haciendas, se conectan por una red vial que comprende 4.134 km de longitud y que se encuentra en condiciones regulares (68%), y lastrada en el 70%, menciona un informe del Consejo de Gobiernos Parroquiales del Ecuador (Congope). Apenas el 19% de los caminos está pavimentado y el 11%, unos 435 km, se mantiene en tierra, dificultando el acceso a los asentamientos humanos en los 13 cantones de la provincia, incluyendo a los cinco más poblados, Quevedo, Babahoyo, Vinces, Ventanas y Buena Fe.

“Me dijeron que tenía que almacenar la droga y me ofrecieron $ 5.000”, “por necesidad me metí en esto, pido perdón a quienes he perjudicado”, declararon dos sentenciados por custodiar caletas y trasladar droga en Quevedo, Los Ríos

Los Ríos es la puerta de entrada al Guayas y a los puertos, es importante por su ubicación geográfica, que permite el desplazamiento aéreo a otras provincias como Bolívar; es importante, porque hay pistas que se usan para la fumigación del banano o de otros productos agrícolas, pero que también son usados para el narcotráfico, hay muchas pistas clandestinas

Exjefe policial de Quevedo, al analizar los últimos hallazgos de cocaína en caletas de esta provincia.

La mayor incautación de droga en la historia de Los Ríos, y de todo el país, ocurrió el domingo 21 de enero del 2024. En un operativo militar se hallaron 22 toneladas de estupefacientes, valorados en $ 1.085 millones, escondidas en una caleta subterránea construida bajo una chanchera en una finca del cantón Vinces.

Otros decomisos, en años anteriores, ya develaron la preferencia de los narcotraficantes por esta provincia, dueña de una extensa red fluvial que se encauza hasta llegar al Guayas. El sábado 29 de enero del 2023, en el operativo ‘Armagedón’, la Policía Nacional decomisó tres toneladas de cocaína, cuyo valor comercial superaba los $ 100 millones, ocultas en 30 sacos en una vivienda del cantón Buena Fe. Mientras que el martes 4 de agosto del 2020, con la operación policial ‘Valquiria II’, se detuvo en la vía a la ciudad de Quevedo un camión que trasladaba 324 paquetes de cocaína camuflados en el piso del vehículo; el mismo día, otro camión fue detenido con 774 bloques de cocaína en la carretera a Quevedo.

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“Los Ríos es centro de acopio, es apetecida por los grupos de narcotraficantes, especialmente Quevedo, que es la capital financiera, y ahí están los Choneros, la cárcel de Quevedo es controlada por ellos”, analizaron fuentes policiales que revelaron dos rutas claves por las cuales esta provincia, y especialmente la ciudad de Quevedo, ha sido captada por las bandas criminales.

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En Quevedo convergen las rutas Pacífico y Amazónica, por donde ingresa la droga desde Colombia al Ecuador: “La parte norte es la ruta del Pacífico que viene de Nariño (Colombia) a Esmeraldas, avanza por Santo Domingo y entra a Los Ríos, a Quevedo y a los puertos del Guayas”. Mientras que la segunda ruta, la Amazónica, parte de las poblaciones de Putumayo y Caquetá, también en Colombia, entra por Sucumbíos, avanza por Tena, sigue a Ambato, continúa hacia La Maná (Cotopaxi) y de ahí a Quevedo, por donde entra a Guayas.

Por ambas rutas se desplaza la droga que llega a los puertos de Guayaquil. “Los dos departamentos colombianos, Putumayo y Nariño, producen de 450 a 500 toneladas –de un total de las 1.500 totales que salen de Colombia cada año. Estas 500 toneladas entran a Ecuador”, mencionó un extitular de la Dirección Nacional Antinarcóticos que confirmó lo estratégica que les resulta la provincia de Los Ríos a los narcotraficantes.

Con el poder económico, las mafias han comprado tierras cuando no han podido alquilarlas. Dirigentes agropecuarios incluso han denunciado que “existen extranjeros que han adquirido grandes extensiones de terrenos a precios exorbitantes, la gran mayoría de los inversionistas, en el 95%, son colombianos”. Lo mismo sucede en Santo Domingo.

La creciente presencia del narcotráfico en Los Ríos se evidencia en el aumento de este delito y en otros conexos como la extorsión, secuestros o las llamadas vacunas, señala un informe de la Policía que menciona a Quevedo, Buena Fé y Babahoyo como “sectores críticos de la provincia”: “Los niveles de delincuencia han tenido un considerable aumento por motivo del control de territorio y la gran disputa de poder y rivalidad que existe entre los Grupos de Delincuencia Organizada (GDO) “Los Choneros y Los Lobos”, quienes fortalecen su economía ilegal a través de actividades como: tráfico de armas, municiones, sicariato extorsiones, robo a personas y el microtráfico”.

Estos delitos han incidido en las muertes violentas en el país, donde la provincia fluminense registra la tasa de homicidios más alta (108 muertes por cada 100.000 habitantes). Los 270 asesinatos reportados en 2010 subieron a 997 en 2023, según las estadísticas de la Policía Nacional, mientras que en 2011 se detuvo a 289 personas por delitos de droga y el año pasado la cantidad llegó a 559 detenidos. Las incautaciones de droga, que habían llegado como máximo hasta 5.000 kilos, este año 2024 se dispararon a 21.912.

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“Los niños de la periferia de Quevedo son vulnerables a ser reclutados por las organizaciones criminales, en el 2020 hubo un gran porcentaje de deserción escolar y hay mucha impunidad, yo mismo hice una denuncia a un fiscal que no acusó a un delincuente al que se encontró con drogas”, reclama un exjefe policial de Quevedo que recalcó: ‘los jóvenes son presas fáciles, no hay trabajo, no hay educación para ellos, hay mucha desigualdad, pobreza, deserción escolar, una cultura criminal que tiene fuerte incidencia en jóvenes’.

En Los Ríos, coinciden las fuentes policiales, se requiere una intervención general. “No se puede hacer control solo con Policías y Fuerzas Armadas, se requiere tecnología, un sistema de radares que controle el espacio aéreo, la colocación de escáner en ciertas vías para revisar el paso de camiones de carga. Si se controla la provincia de Los Ríos se controla la delincuencia de todo el país”. (I)