Dolor y zozobra predominan en callejones y calles de la cooperativa Guayas y Quil, del Guasmo sur. Los vecinos evitan salir de casa y no hablan con personas ajenas al vecindario, aunque entre ellos reconocen el deseo de que lo ocurrido cerca del mediodía del pasado jueves 7 de septiembre corresponda a un mal sueño, que lejos de serlo retrata la realidad que la violencia criminal ha impuesto en ese y otros sitios de Guayaquil.

Ese día, Joaquín, un niño de 11 años, murió baleado por antisociales que llegaron donde él estaba sentado en la vereda junto con otras personas, para abrir fuego indiscriminadamente. Con el menor murieron tres adultos y otras seis personas resultaron heridas, entre ellas, dos niñas de 5 y 7 años.

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Este es el reflejo del desangramiento diario en las calles del Puerto Principal provocado, principalmente, por la disputa de territorio entre bandas delictivas para ilícitos como el tráfico interno de drogas.

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Así lo argumenta la Policía Nacional, institución que entre el 1 de enero y 30 de agosto de este año registró en Guayaquil, Durán y Samborondón, la Zona 8, 1.700 asesinatos. La cifra representa el 35 % de los 4.835 crímenes que hubo en ese lapso en todo el país.

Luis Chonillo, alcalde de Durán, sufrió un atentado el 15 de mayo pasado. Salió ileso, pero dos policías que eran parte de su custodia murieron en el ataque. Foto: API

El Guasmo pertenece al distrito Sur, que de enero a agosto de este año registró 285 muertes violentas. Es el segundo distrito más violento.

Allí operan las bandas Los Lagartos, Los Lobos y Mafia 18, que extienden su accionar al principal puerto de exportación del país (Contecon) por ser un punto estratégico para el envío de droga a puertos internacionales. Tienen incidencia en otros delitos, como el robo de vehículos y motos, expendio de sustancias sujetas a fiscalización y extorsiones.

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Nueva Prosperina es el distrito con más crímenes de la Zona 8. Tuvo 456 casos de enero a agosto de este 2023. Abarca gran parte del noroeste.

En esa jurisdicción la violencia no da tregua, la madrugada de ayer, antisociales que se movilizaban en un carro mataron al guardia de un local de una cadena de supermercados ubicado en el sector de El Fortín, noroeste de Guayaquil.

Preliminarmente la Policía informó que el ataque estaría motivado por extorsiones o cobro de ‘vacunas’, que es uno de los delitos a los que se dedican las bandas Águilas-Fatales y Lobos-Tiguerones, que operan en Nueva Prosperina.

Otros ilícitos de estas bandas son el tráfico interno de drogas, sicariato, usurpación de terrenos, asalto, robo a personas, robo de motos, robo de carros y secuestro.

Fernando Carrión, experto en seguridad y docente de la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales (Flacso), refiere que la violencia criminal se acentúa en Guayaquil por su condición de puerto.

Eso, dice, se vuelve un imán para las bandas que envían droga a Estados Unidos y Europa. Para aquello las mafias contaminan los contenedores.

De enero a agosto en el país se decomisaron 151 toneladas de droga. De esa cantidad, hasta el 12 de agosto en Guayaquil se incautaron 60,62 toneladas, según Antinarcóticos.

“Guayaquil es el emporio económico del país, la capital económica del país, entonces, qué significa eso, que es donde más se lava (dinero). En tercer lugar, el gran Guayaquil es donde hay la mayor cantidad de población del país, eso quiere decir que es el lugar donde más se consume”, cita Carrión.

Alberto Molina, coronel del Ejército en servicio pasivo, propone la militarización temporal de los puertos.

Él destaca que entre enero de 2021 y el 12 de agosto de 2023 se haya detenido a 34.458 personas por diferentes delitos, pero cree que la política contra la delincuencia debe incluir atención de los sectores urbano-marginales, donde las bandas reclutan a menores.

En la Zona 8 la Policía ha identificado dos grandes bandas: Los Choneros y Los Lobos, que tienen nexos con los carteles mexicanos de Sinaloa y Jalisco Nueva Generación, respectivamente. Cada grupo local tiene otras mafias aliadas, por ejemplo, con Los Choneros se vincula a los Chone Killer, Águilas, Fatales y Latin King.

A Los Lobos se los relaciona con Los Lagartos y Tiguerones. Estos grupos y subgrupos reciben droga de los carteles como parte de pago por la logística y otros roles que cumplen, lo que da paso al tráfico interno, según la Policía.

Estas organizaciones delictivas operan en al menos siete distritos de los doce que conforman la Zona 8. Al distrito Sur y Nueva Prosperina se suman Esteros, Portete, Pascuales, Durán y Florida.

Los Lagartos, Lobos y Fatales-Águilas tienen presencia en Esteros, el tercero con más homicidios (149), donde los principales delitos son el robo de carros y motos, la venta de droga y las extorsiones.

Le sigue el distrito Portete con 147 asesinatos, donde Los Águilas, Tiguerones, Lagartos y Lobos delinquen en microtráfico y extorsiones.

Ambos delitos también afectan a Pascuales, que registra 152 crímenes. Dueños de negocios y conductores de tricimotos son víctimas de extorsiones al extremo de haber sufrido atentados con explosivos. Allí la Policía ha identificado a Los Águilas, Los Lobos y Tiguerones.

Los atentados se han vuelto una constante en Durán, distrito con 150 homicidios. La violencia criminal llegó a tal nivel en este cantón que el martes anterior el Concejo municipal lo declaró en emergencia y ha pedido la implementación de la educación virtual.

La iniciativa surge a raíz del asesinato del concejal Bolívar Vera, hallado muerto el viernes 8 de septiembre en Salitre. Es el segundo servidor duraneño asesinado, ya que antes, el 3 de agosto, antisociales mataron a Miguel Santos, director del Área de Planeamiento y Territorio. El alcalde Luis Chonillo fue blanco de un atentado del que salió ileso en mayo.

El distrito Florida es el séptimo con más muertes violentas (117 casos). Allí tienen presencia Los Águilas-Fatales, Lobos y Tiguerones que se dedican al microtráfico, extorsión, robo de motos y carros.

En el afán de luchar contra la delincuencia organizada, el Ejecutivo ha decretado 11 estados de excepción focalizados y a nivel nacional en algo más de dos años de gobierno.

‘Bandas se organizan y hay alianzas’: Renato Rivera, coordinador del Observatorio Ecuatoriano de Crimen Organizado

Las pugnas entre las organizaciones criminales son consecuencia de la falta de gobernanza entre las bandas narcodelictivas. El especialista en economía del crimen organizado y seguridad internacional Renato Rivera, quien también dirige el Observatorio del Crimen Organizado, analiza cómo se han ido reestructurando los grupos delincuenciales en el país.

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¿Los asesinatos de los cabecillas de Choneros y Lagartos originan las pugnas?

Los Choneros hay que entenderlos a partir de la gobernanza que hicieron en las cárceles, lograron ser el centro de resolución de conflictos desde las cárceles; Los Lagartos no tenían ese poder, se concentran en el Guasmo sur, en Guayaquil. Pero Los Choneros en 2010 tuvieron monopolio en el mundo criminal, eran el enlace con el cartel de Sinaloa, Jalisco Nueva Generación era incipiente, también había una red subsidiaria que mandaba droga al cartel de Sinaloa. En 2014 y 2015 aparecieron las redes balcánicas, albanesas, ellos contratan a los choneros hasta 2016, ahí hay un cambio.

¿Los albaneses crean alianzas? ¿Con quién?

Es difícil ver esa trazabilidad en Ecuador, pero en Europa los balcánicos no generan alianzas a largo plazo sino con quienes le traigan la cocaína más rápido, puede ser con Los Choneros o Los Lobos.

¿Por eso se pelean?

La violencia se da por territorio para drogas, heroína, controlar espacios por rentabilidad. Rasquiña dio territorios, pero a partir de que el pacto se rompe, con su asesinato en 2020, no se ponen de acuerdo. Estos ‘comandantes’ Águilas, R-7, Fatales, y con la misma lógica Lobos y Tiguerones, no estaban de acuerdo con el mando de Los Choneros Júnior Roldán (alias JR) y José Macías (alias Fito). (I)