Hay que tener dignidad para elogiar a una población, y como lo hizo Enrique Rosales Ortega, quien reveló como la parroquia San José de Ancón, el 5 de noviembre de 2011 fue declarada Patrimonio Cultural de la Nación, por el Ministerio Coordinador de Patrimonio e hizo énfasis que ese acontecimiento coincidió con la celebración de los 100 años de la perforación del primer pozo petrolero que surgió en suelo ecuatoriano, en el ex campamento minero de Ancón y gracias a ello se mantuvo la economía del país durante muchos años.

Puntualizó cómo Ancón acogió a muchas personas del Ecuador donde la naciente industria petrolera necesitaba técnicos quienes llegaron de Estados Unidos y Europa, especialmente de Inglaterra; la empresa que operaba fue Anglo Ecuadorian Oilfield Ltda., que fue concesionada el 28 de noviembre de 1923 para explorar y explotar el oro negro por parte de nuestro Estado; y llegaron trabajadores de otras partes del mundo.

El caballero don Enrique Rosales Ortega, en la península de Santa Elena ha trabajado en el periodismo. Contaba sobre Ancón, sus servicios de agua, luz, clubes sociales, iglesia católica, escuelas, colegios, cementerios, barrios, etcétera, provistos por la multinacional Anglo.

Hoy deseo rendir un justo y merecido reconocimiento a tan ilustre periodista de la Península, quien lamentablemente se encuentra privado de su libertad hace algunos meses. Es necesario destacar y agradecer sus constantes escritos por el bienestar no solo en favor de la parroquia San José de Ancón, sino también de toda la población de la provincia de Santa Elena. Resaltamos que su familia ha organizado bingo y una rifa para el 3 de marzo, para ayudarse con los gastos que demanda el encarcelamiento de don Enrique. La población peninsular se encuentra muy sorprendida por la falta de atención para con este ilustre caballero.

Apelo a la sensibilidad de las autoridades del Gobierno, para que verifique y analice la situación de tan ilustre hijo de nuestra provincia de Santa Elena.

Tenemos la certeza de que Dios ayudará para que don Enrique Rosales Ortega tenga su pronta libertad. (O)

Adriana Carrión Albán,
Anconense, Guayaquil