Soy residente en la Alborada, quinta etapa, a 30 metros de la avenida José María Egas, la cual fue regenerada. Los habitantes pensamos que se iba a conservar el ornato, pero no, lamentablemente el desaseo es total porque la gente no tiene buenas costumbres de higiene, pese a que las veredas tienen tachos de recolección de basura; existe desaseo contaminación.

Esto no es lo más grave, los conductores de carros toman esta avenida como una pista de carreras. Ya hubo dos muertes causadas por dicha irresponsabilidad.

El pedido a las autoridades correspondientes es que tomen los correctivos, pedimos semáforos cada tres cuadras, rompevelocidades de manera urgente antes de que ocurran más desgracias.(O)

Vasco Fernando Rojas Rivadeneira,

Guayaquil