Estación del Metro de Quito que aún no abre oficialmente sus servicios diarios de la transportación pública. Juan Ruiz / Foto: API

Han transcurrido 10 años desde que se inició la construcción del Metro en Quito, una obra grande de la transportación. Actualmente está terminada. Desde el año 2019, de la Alcaldía han anunciado la inauguración a fin de servir a los usuarios, pero, ¿por qué razones no entra a funcionar?

La empresa española Acciona que construyó dicha obra pública se comprometió a capacitar al personal y a dejarla lista para su funcionamiento. La empresa fue separada, y se contrató al Consorcio Metro Medellín. Una observación es en la ciudad de Medellín, Colombia, el metro no es por el subsuelo.

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En Quito, Ecuador, cuando entre a dar servicio el metro, las distintas líneas urbanas deberán modificar sus recorridos, así como también sus tarifas de cobro a los pasajeros. ¿Tal vez los transportistas urbanos disgustados están oponiéndose a la circulación del Metro–Quito?, da mucho que pensar. Varios alcaldes y concejales que ha habido en Quito están obligados a dar explicaciones de sus actuaciones sobre el metro y no seguir engañándonos. ¡Basta de mentiras! Las promesas que realizan políticos cuando se posesionan de alcaldes, de concejales, son numerosas, pero solamente cumplen muy pocos. Alguna autoridad debe tratar de solucionar el tráfico vehicular en nuestra ciudad, ninguno ha planificado circuitos, túneles como el Guayasamín, paralelo; es imposible hacerlo porque los habitantes del barrio Bolaños se oponen, es necesario priorizar las obras con decisión, dialogar sobre la expropiación correspondiente. La Contraloría no se ha pronunciado sobre esto.

Digan algo los exconcejales y los actuales, así como los exalcaldes y el actual; ¿qué tratan de tapar?

El presidente de la República, Guillermo Lasso, ofreció realizar la extensión del metro desde la estación del Labrador hasta el sector de Calderón. (O)

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Patricio Guijarro Polo, doctor en Jurisprudencia, Quito