Después de haber dedicado nuestras vidas a la docencia universitaria, formando con satisfacción a jóvenes profesionales y también en la docencia, nos acogimos al derecho de la jubilación en la Universidad de Guayaquil con la ilusión de poder descansar a plenitud sin ningún problema. Como personas de la tercera edad tenemos inconvenientes de salud propios de la edad, algunos de los compañeros jubilados con alto grado de vulnerabilidad ya que padecen de enfermedades catastróficas y no cuentan con medios económicos suficientes para aliviar sus dolencias; a muchos los hemos visto partir de la vida terrenal.

Pedido de pago de jubilación

El pago de la jubilación complementaria que estábamos recibiendo por orden y sentencia judicial de la Corte Constitucional y actualmente por el Tribunal de la Contencioso Administrativo nos fue suspendido en noviembre del año 2021 de manera arbitraria y sin sustento legal por el Ph. D. Francisco Morán Peña, actual rector de nuestra querida Universidad de Guayaquil, ocasionando la interrupción de nuestra paz y graves problemas a los jubilados, comprometiendo también a sus familiares. Es lamentable la actitud indolente de las autoridades de la Universidad de Guayaquil hacia un grupo mayoritario de jubilados, muchos de ellos hasta fueron nuestros estudiantes, pero tampoco se conduelen de la situación que estamos pasando, ¿pensarán que nunca van a llegar a viejos y que no tendrán que jubilarse?, el irrespeto que se ha cometido hacia nosotros los compañeros docentes y administrativos es inconcebible. Esperamos que el nuevo Gobierno escuche nuestra protesta y tome cartas en este asunto, ya que el pago que exigimos tiene sentencia por la Corte Constitucional, la misma que ya fue ejecutoriada, que se haga justicia para quienes hemos entregado nuestra vida a la docencia y los procesos administrativos ya que formamos y fuimos parte importante de la institución. Que se ordene el pago inmediato antes que aumente el número de compañeros jubilados fallecidos sin recibir la remuneración y el retroactivo correspondiente. Este grave problema de incumplimiento a disposiciones judiciales por parte del rector de la Universidad de Guayaquil debe terminar y reactivar nuestro pago inmediato; como reza en la Constitución, somos prioridad por ser un grupo mayoritario de adultos mayores, devuélvannos la paz y tranquilidad que nos han quitado. (O)

Pilar Hernández Gutiérrez, magíster en Educación, Guayaquil