Me pregunto, ¿hasta cuándo tantos asesinatos?, ¿para qué? Nadie tiene el derecho y el poder sobre otro ser humano, de quitarle la vida, a nadie, y menos utilizando la violencia mandada a cumplirla, que es sinónimo de atentado para esconder u ocultar algo. La justicia divina pedirá cuentas y deberán rendirlas, ya que la justicia terrenal es imperfecta, sobre todo porque es mal administrada por los seres humanos.

Pero no piensan en lo que pasará al partir o morir. No saben lo que les espera a los que quitan la vida a una persona, pueden llevar en sus conciencias una muerte, pero como consecuencia no tendrán paz. Ni por poder ni por todo el oro y dinero, vale quitar la vida a las personas. Los ecuatorianos rechazamos la violencia que gobierna al Ecuador. Queremos paz, pero no ambiciones asquerosas que dividen al país. Podrán esquivarse de la justicia terrenal, pero de justicia divina no se logra escapar. (O)

Juan Carlos Andrade Rodas, Guayaquil