Rafael Correa y Andrés Arauz dialogaron sobre lo que sería la política económica bajo Luisa González. A diferencia de otras candidaturas, saben exactamente lo que quieren hacer y lo divulgan. Proponen una política monetaria incompatible con la dolarización. Que el Banco Central opere como un banco comercial y preste el dinero “que está ocioso”. Estas son seis razones por las que la propuesta es imprudente:

1) El Central es un banco de reserva y no comercial. Los bancos depositan ahí dinero que reservan para atender requerimientos de retiros de sus clientes. Si no necesitasen esa liquidez, en lugar de guardarlo lo prestarían. Cuando el Gobierno se haya gastado este dinero y los depositantes demanden su plata a la banca, esta no tendrá cómo devolver los fondos. Nuestros ahorros peligrarían.

2) Al Central ya le faltan dólares. Los bancos y cooperativas tienen depositados en el Central $ 5.200 millones de nuestro dinero y las entidades del Estado tienen $ 2.400 millones, total $ 7.600 millones. Pero el Central no los puede cubrir, solo tiene $ 5.000 millones en caja. Correa tomó fondos del Central para financiar el gasto público y a cambio le entregó cetes y acciones de la banca pública, papeles ilíquidos que el Central no tiene cómo vender. Al Gobierno aún le falta devolver $ 6.000 millones.

3) Nos quedaríamos sin dólares. Tan pronto el Gobierno tome el dinero del Central y lo gaste, la economía se dinamizaría momentáneamente e importaríamos más. Pero la salida de divisas no tendría la contraparte del ingreso de divisas por exportaciones, inversión o crédito externos. La economía perdería dólares y a futuro no podría cumplir con sus compromisos externos. A la final, una economía dolarizada sin dólares no es viable.

4) El país se pondría aún más caro. Para evitar la salida de divisas, el Gobierno buscaría encerrar la economía. Cuando Correa tomó el dinero del Central introdujo el impuesto a la salida de divisas (ISD) e impuso salvaguardas a las importaciones. Arauz anuncia un aumento del ISD al 25 %. Durante el correato el cierre de la economía causó inflación promedio de 4,1 %. Es por eso que el Ecuador es mucho más caro que sus vecinos, de México a la Argentina, y solo somos eficientes en productos primarios: petróleo, minas, frutas tropicales, camarones, flores.

5) Quedaríamos condenados al estancamiento. Nuestro lento crecimiento en parte se debe al encarecimiento del país durante el correato.

6) Conduce a la desdolarización. En países con moneda propia y que el Central financia el gasto público, el ajuste es vía inflación, se reduce el poder de compra de la moneda. El país recobra competitividad a costa de los asalariados y pensionistas que se empobrecen. Los 2 países que se financian con el Banco Central son Venezuela, que tiene inflación de 400 %, y Argentina 115 %. Tienen una devaluación rampante, a la gente no les alcanza el sueldo.

En Ecuador dolarizado no hay devaluación, por lo que el ajuste se da con la escasez de dólares. Ante la escasez de dólares el Gobierno pagaría con letras de cambio o dólares virtuales, hasta que no le quede más que abandonar el dólar y emitir moneda propia. Entraríamos en un ciclo de inflación y devaluación como el que sufrimos en los años noventa, antes de dolarizar. (O)