El mindset, concepto acuñado por la psicóloga Carol Dweck, se refiere a la mentalidad o actitud general que una persona tiene hacia la vida y cómo aborda los problemas y desafíos. La celebración de la fundación de nuestra querida ciudad de Guayaquil nos invita a reflexionar sobre nuestra historia, presente y futuro, y cómo nuestra mentalidad colectiva ha influido en el desarrollo.
Guayaquil ha demostrado una increíble capacidad para adaptarse y prosperar ante la adversidad. Desde su fundación hace 489 años, pasando por eventos como el gran incendio de 1896 y la epidemia de fiebre amarilla en el siglo XIX, hasta la reciente pandemia de COVID-19, los guayaquileños han mostrado una mentalidad resiliente y orientada al progreso.
La mentalidad de Guayaquil es de superación y crecimiento constante. Los guayaquileños no se rinden fácilmente. La actitud de afrontar desafíos con valentía y encontrar soluciones creativas se ha reflejado en tres aspectos claves: la cultura emprendedora, la creación de instituciones para resolver problemas y la solidaridad.
La capacidad de buscar nuevas oportunidades de negocios en comercio, servicios, banca, construcción, hotelería y exportaciones es parte de la identidad guayaquileña. Los empresarios de la ciudad son un ejemplo de esfuerzo y perseverancia, manteniendo la ciudad dinámica y competitiva.
A lo largo de los años, los guayaquileños hemos creado diversas instituciones para enfrentar y solucionar problemas. Ejemplos emblemáticos: la Junta de Beneficencia, el Benemérito Cuerpo de Bomberos y Solca, que han demostrado nuestra capacidad para organizar esfuerzos colectivos y proporcionar soluciones sostenibles. La Junta de Beneficencia ha sido fundamental en la provisión de servicios de salud y asistencia social, los bomberos han garantizado la seguridad en emergencias y Solca ha sido un pilar en la lucha contra el cáncer.
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La solidaridad es un valor fundamental en Guayaquil. Durante momentos difíciles, nos hemos unido para apoyar a quienes más lo necesitan. Esta vocación solidaria está presente en cientos de fundaciones, oenegés y organizaciones dedicadas a causas educativas, sociales y de salud, que han compensado en gran medida las falencias de la gestión estatal.
Reconozcamos la necesidad de mantener y fortalecer un mindset positivo y proactivo en los momentos que vive el país. Adoptar una mentalidad resiliente nos ayuda a superar las dificultades con determinación y creatividad. Trabajar juntos como comunidad, apoyándonos unos a otros, nos permite construir una ciudad más fuerte y unida. Buscar constantemente maneras de mejorar y ser más eficientes en nuestras actividades diarias es esencial para el progreso continuo. La innovación no es solo tecnológica, sino también en cómo abordamos problemas y encontramos soluciones.
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La celebración que realizamos la semana pasada, más allá de la conmemoración histórica, debería ser un recordatorio del espíritu indomable y la mentalidad de crecimiento y resiliencia que caracterizan a nuestra ciudad. Y un llamado a renovarla con más fuerza y determinación, sabiendo que el mindset de cada uno de nosotros contribuye al desarrollo y bienestar de nuestra amada ciudad y del país. (O)
