Muchos ciudadanos legítimamente optan por la política, incluso hacen de la política su profesión; esta actividad debería ser vista como un deber cívico de entrega a una noble causa, para servir a la colectividad, dejando la tranquilidad personal para correr riesgos, alejándose de la familia, sin cálculos y sin esperar réditos económicos ni ascensos sociales, peor reconocimientos y recompensas; estoy pensando en el deber ser. En la práctica, para muchos, el ser político y practicar la política es totalmente diferente; llevan el germen de la corrupción, al ganar las elecciones creen que es suficiente motivo para abusar del poder y exigir prebendas y canonjías sin pudor; para tener derecho a vehículo personal, chofer, guardaespaldas, jugosos viáticos, viajes, honores e impunidad; es buscar el atajo para enriquecerse rápidamente, recibir honores inmerecidos y hasta condecoraciones y aplausos por obligaciones que deben ser cumplidas, eso es como aplaudir al cajero automático porque sacamos nuestro propio dinero.

‘Autocuidado’, equipos de avanzada en recorridos o simplemente usar redes sociales para promocionarse: las estrategias de los partidos para cuidar la seguridad de los candidatos en la campaña

Hoy 3 de enero arranca la campaña electoral, aunque hace rato ya los candidatos estaban en campaña, aunque esa mala práctica está prohibida por ley, pero en nuestro país, “las leyes se acatan, pero no se cumplen” y no pasa nada. A partir de la fecha señalada los ciudadanos estamos verdaderamente “atormentados” y obligados a escuchar sus fantasiosas ofertas; muchos candidatos no saben lo que hablan, sobre todo en lo referente a la inseguridad que nos agobia (una de las demandas más importantes de los ciudadanos), otros candidatos dicen no ser políticos, como que esa afirmación les librara de su mala reputación. Los partidos políticos y los candidatos deberían esforzarse por dignificar la palabra política, que no sea una mala palabra y sobre todo que el ser político no sea una vergüenza.

... tenemos en nuestras manos el voto como un arma poderosa para castigar la rapacidad de quienes quieren volver al saqueo...

El Fondo Partidario Permanente se debería revisar; si conviene o no entregar a los partidos políticos, desgraciadamente no cumplen con la obligación de destinar el 70 % de esos recursos para formación, investigación y publicaciones; Igual, el Fondo de Promoción Electoral es el monto económico que el Estado destina a las organizaciones políticas que participarán con candidatos, es secreto a voces que algunos candidatos exigen un porcentaje del contrato con los medios con los que pautan su promoción; de ser cierto este acto de corrupción sería una vergüenza sin nombre.

Consejo Nacional Electoral buscará integrar las juntas receptoras del voto con un mínimo de cuatro vocales para garantizar el conteo de votos simultáneo

El Código de la Democracia incluyó una reforma al Fondo de Promoción Electoral. Uno de los cambios tiene que ver con el artículo 223 de esta norma. Allí se establece que los movimientos o el candidato deberán reintegrar el 50 % del financiamiento estatal para proselitismo en medios de comunicación, si no obtiene al menos el 4 % de votos válidos en las elecciones. Más bien, el porcentaje debió ser mayor y la reintegración, el total del financiamiento estatal.

Los ciudadanos tenemos en nuestras manos el voto como un arma poderosa para castigar la rapacidad de quienes quieren volver al saqueo, por eso es necesario escoger bien, aunque la oferta en su mayoría es pobre, basta vernos en el espejo de quienes nos representan en la actual Asamblea Nacional. (O)