“¡Tú nunca pusiste una cámara dentro de mi cabeza!”. Truman Burbank, interpretado por Jim Carrey, en The Truman Show: historia de una vida (1998).

Los cincuentones con hijos veinteañeros suelen enfrentar angustiosos momentos cuando está de por medio el modo de subsistencia. El adulto teme que sus habilidades disminuyan, sus conocimientos pierdan vigencia y peligre su empleo. Los jóvenes, en caso de tener la opción, deben decidir qué carrera seguir o buscar la manera de trabajar sin conocimientos ni experiencia.

En Europa y Asia, el tema del momento es la Revolución industrial 4.0 y la manera como afectará a los empleos la tendencia a automatización y el intercambio de datos –posibilitado por el desarrollo de las tecnologías de manufactura y de sistemas ciberfísicos, el internet de las cosas y el almacenamiento e interconexión de datos en la nube–. Se discute ya en algunos parlamentos la posibilidad de una renta fija para los desempleados que cubra sus necesidades básicas. Desarrollarse y acumular bienes sería opcional, si se decide emprender o trabajar para obtener más recursos. Eso no es descabellado si se toma en cuenta que cada vez hay más conciencia por disminuir las desigualdades. Un mundo equitativo no debería admitir que haya personas sin acceso a alimentos, vivienda, cuidados médicos y educación básica.

En Ecuador, con un gobierno recién posesionado, que ha prometido mucho, las aspiraciones de la población compiten con las expectativas y las necesidades. Además de la prioritaria vacunación, se clama por empleo, acceso a la universidad, una educación inicial y básica de mejor calidad, una mejor nutrición… y un largo etcétera. Y se espera que las fuerzas políticas de oposición media y dura –Pachakutik, UNES, PSC e independientes– sean tocadas por la razón y el civismo para legislar en favor del bien común.

Aquí, años atrás, alguna operadora de telefonía móvil promocionaba la tecnología 4G sin tener suficiente cobertura. El 2020 fue el año prometido para la llegada de la quinta generación de tecnologías de telefonía móvil (5G), pero seguimos estando verdes en la apertura del país a esa tecnología, lo que no impide que nos lleguen avisos de teléfonos compatibles para funciones que no podremos disfrutar. Por eso, la automatización la vemos lejana, pero aún así no abundan los empleos, y eso debe hacernos reflexionar sobre qué vamos a hacer en cuanto a educación. No solo se trata de dar mayor acceso a la universidad a los veinteañeros de hoy; hay que decidir de qué manera preparamos estudiantes que al salir del colegio se enfrentan a un mundo cada vez más complejo.

En el filme The Truman Show, que muestra a un niño criado por una corporación dentro de un show televisivo de realidad simulada, el personaje ya adulto descubre la realidad y decide escapar.

Si nuestra mente nos hace ver lo que queremos, necesitamos de docentes y programas educativos que incentiven a niños y jóvenes a razonar, cuestionar y proponer mejores días para el país y no esperen a que quienes gobiernan les resuelvan la vida, con manipulación de por medio. (O)