Mayo, mes en que la Iglesia católica celebra las devociones marianas y honra a la Virgen María, madre de Dios, pero que, además, en el 2025, coincidió con el inicio del cónclave para la elección del sumo pontífice que liderará la Santa Sede (el nuevo papa León XIV). Por diosidencia –término popular que combina la palabra “Dios” y “coincidencia” para describir las sincronías de ciertas situaciones casuales con significados más profundos y espirituales–, el papa Francisco fallece el primer lunes de Pascua, día en que se celebra la fiesta de la vida sobre la muerte, el amor venció al odio. Conocido también como el “Lunes del Ángel”, es el día en que los ángeles anunciaron a las mujeres del sepulcro vacío que Cristo había resucitado, dando inicio al periodo de 50 días de conmemoración de Cristo que concluye el Domingo de Pentecostés.

Todos misioneros

Casualmente, lo sucedido el Lunes del Ángel –día en que las mujeres fueron protagonistas en la comunicación del milagro de la resurrección– fue uno de los tantos temas en los que el papa Francisco reflexionó.

Relataba que las mujeres que iban a ungir el cuerpo de Cristo iban tristes, pero también preocupadas sobre quién les iba a mover la piedra de entrada al sepulcro. Ellas no sabían, pero la piedra estaba removida y los ángeles aguardaban en el interior para darles la gran noticia. Francisco hacía la analogía de que todos vamos por la vida así, fabricando tristezas, preocupados pensando y buscando quien resuelva nuestros problemas. Y es que, enfocados en quién será que nos va a “mover la piedra”, terminamos viviendo entristecidos. Francisco decía: “¿Por qué buscar entre los muertos a quien está vivo?”.

Dicho en nuestro contexto, por qué adelantarse y angustiarse por lo que Dios ya tiene preparado oportunamente para nosotros.

Entre esas mujeres del Lunes del Ángel se encontraba María Magdalena, quien además es la primera persona en ver a Jesús y en proclamar que había resucitado. La idea de que se tratara de una “mujer pecadora” o trabajadora sexual, originada en 591 d. C. en la homilía del papa Gregorio I, no tiene sustento en ningún texto bíblico. Esto motivó a que la Iglesia católica la reivindicara en 1969 y que particularmente, el papa Francisco, a través de un decreto de la Congregación para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos en 2016, elevara su memoria a fiesta litúrgica definiéndola como “apóstol de los apóstoles”, pues en realidad se trataba de una mujer descrita como independiente que desafiaba las normas sociales al seguir a Jesús.

Para algunos polémico, para otros simplemente moderno. Francisco, entre tantos avances históricos, promovió una mayor participación femenina en la Iglesia católica.

Entre varios nuevos nombramientos se destaca el de Raffaella Petrini como gobernadora de la Ciudad del Vaticano. También permitió que las mujeres tuvieran derecho al voto en el Sínodo de los Obispos 2024 y en una entrevista posterior al desarrollo del mismo anunció “la próxima transformación es una mujer prefecta de un dicasterio y delante… que las mujeres vayan entrando”. (O)