Te investigan, te analizan y te cuentan lo que quieres escuchar. Ese mensaje que puede sonar como música para tus oídos, puede ser tan solo una farsa. Creada para llegar a ti y convencerte.

Avanza la campaña electoral y me imagino a los consultores políticos y a sus equipos discutiendo con los candidatos los mensajes que van a transmitir a los electores para obtener sus votos.

Será corta la campaña, por lo que no hay tiempo que perder. Se deberá entrar con todo, no importa cómo.

Las preocupaciones actuales de los ecuatorianos se centran en dos temas básicamente. Una encuesta reciente realizada en Guayas, Manabí, Pichincha y Azuay por la encuestadora Click Research, entre ciudadanos mayores de 18 años, revela, en primer lugar, a la seguridad como la mayor preocupación que tienen los ecuatorianos consultados. Le sigue el tema del desempleo.

La encuesta es el espejo de lo que sufrimos los ecuatorianos. En el 2022 los homicidios intencionales alcanzaron la cifra de 4.603. Ecuador es el sexto país más violento de la región por encima de México.

En el 2023 los crímenes van en aumento. El promedio diario es de 17,4 asesinatos, por lo que de continuar la tendencia podríamos cerrar el año con más de 6.300 casos.

La opinión de los ciudadanos, que ya en el poder muchas veces no tiene ningún valor, en campañas electorales sui géneris como la que vivimos este momento en el Ecuador, cobra una importancia singular.

No permitamos más discursos de odio, en un país violento.

Ante la crisis de seguridad que vivimos, los discursos belicistas para combatirla cobran fuerza. La gente, a veces con razón, pide balas que la defiendan de los delincuentes.

Para los candidatos, ganar las elecciones es su batalla; para los electores, recuperar el país, de las mafias del narcotráfico, es asunto de vida o muerte. En esta guerra es vital que los ecuatorianos entendamos que esto no se soluciona con un eslogan marquetero, sino con un análisis profundo de la situación y las causas que nos han llevado al sitio donde estamos.

Rescatemos al país de las manos de los estrategas de la guerra sucia que tratan de imponernos su relato para captar la confianza de la gente y obtener la silla presidencial.

A quienes nos ofrecen milagros preguntemos qué opinan de la democracia, del papel de las Fuerzas Armadas, de la Policía, del uso de las armas, de la libertad de expresión, de los derechos de las personas, entre otros temas cruciales.

Sus respuestas a estos temas son importantes, más aún en un momento en que las mismas encuestas revelan un mayoritario rechazo de los ciudadanos consultados en estas provincias hacia la Asamblea Nacional, Función Judicial, medios de comunicación, políticos, líderes indígenas y empresarios.

Exijamos respuestas a la altura de un líder y no de aventureros que utilizan imágenes e historias de dolor para vender su propuesta y comprar su voto.

No permitamos más discursos de odio en un país violento. (O)