La gran pregunta que se hace actualmente en cualquier conversación es quién ganará las elecciones presidenciales. Por supuesto, no se puede predecir el futuro, peor aún frente a una disputa tan cerrada como la que tienen Daniel Noboa y Luisa González. Sin embargo, basado en los resultados de la primera vuelta se puede hacer un guesstimate de qué porcentaje de votos necesitan ambos candidatos y de dónde podrían migrar considerando la afinidad política-ideológica por quién se votó en la primera vuelta. Veamos cuáles serían los dos escenarios que serían favorables para González y Noboa.

Votar sin miedo

Carrera contra el tiempo

En el caso de Luisa González, se podría decir, no sin reservas, que podría obtener un gran porcentaje de la votación de la ciudadanía que votó por Leonidas Iza, Carlos Rabascall, Pedro Granja, Enrique Gómez, Jimmy Jairala y Jorge Escala. De estos dos últimos debería sumar al menos el 60 % y de los cuatro restantes, al menos el 80 % de su votación de la primera vuelta. Aunque lo clave es que al menos el 90 % de la votación de Iza migre hacia González. De los 9 candidatos restantes debe esperar menos del 5 % de su votación (unos 20.000 votos) y desear que mejor voten nulo o blanco. Con esta combinación de porcentajes de votación, González estaría cruzando el umbral del 50 % con unos 30.000 votos de diferencia.

En el caso de Daniel Noboa, se podría estimar que sin malabarismo político podría obtener gratuitamente un porcentaje superior al 90 % de la votación de Andrea González, Víctor Araus, Henry Kronfle, Luis Tillería, Francesco Tabacchi, Henry Cucalón e Iván Saquicela que representan tanto a la tendencia centro derecha como a las líneas duras del anticorreísmo. Su desafío menor es reducir la migración del voto hacia González a menos del 70 % de los que votaron por Jairala, Escala, Cueva, Granja, Gómez, respectivamente, y obtener un 30 % de la votación de este anticorreísmo blando. Sin embargo, su mayor reto es lograr que al menos un 15 % de los votantes de Iza (unos 80.000 votos) no voten por González o se decanten por él o hacia el voto nulo/blanco. Estos elementos configurarían un escenario para que Noboa pueda superar el 50 % de votos válidos con unos 23.000 votos de diferencia.

¿Qué asuntos quedan por profundizar en estos escenarios? Uno de ellos es el comportamiento del voto nulo y de dónde va a salir: si de los que podrían sumar a Noboa o a González. Otro asunto, por analizar es ese 15 % del voto que fue hacia Iza en primera vuelta, adónde irá y dónde está territorialmente. Por supuesto, no “reside” en ningún cantón o parroquia específica, pero identificar en qué unidades territoriales electorales uno de los candidatos tiene más vulnerabilidades o rechazo puede ser útil para saber hacia dónde podría decantarse el voto blando. Quizás en ese 5 % (unos 25.000 votos) está la clave.

La diferencia de votos es muy pequeña en estas elecciones presidenciales por lo que el control electoral y la transparencia son fundamentales para que la voluntad popular sea respetada y no se juegue con la elección democrática de la ciudadanía. Esperemos que se juegue limpio, aunque no lo creamos y varias señales nos indiquen lo contrario. (O)